Los 15 miembros del Consejo recibieron el miércoles el borrador del texto, que también fue elaborado por Alemania, que, aunque no forma parte del Consejo de Seguridad, integra la llamada ‘troika europea’ (UE-3), que, junto con el Reino Unido y Francia, negocian con Teherán una salida pacifica a la crisis nuclear.
El texto, que no amenaza con ninguna acción punitiva, se enfrenta a la posición de Rusia y China que ya han mostrado objeciones a dicha resolución.
El embajador de Rusia, Vitaly Churkin, manifestó que los miembros del Consejo de Seguridad «seguirán adelante» con los debates del proyecto de resolución pese a que existan diferencias.
«Somos muy escépticos con las sanciones. Históricamente no han sido muy útiles. Esperamos encontrar una solución política y diplomática», reiteró Churkin.
El embajador de China, Wang Guangya, expresó también sus objeciones al documento. «No sé si el borrador de la forma que está redactada dará buenos resultados. Es más estricto de lo que esperábamos», dijo a la prensa.
La resolución se basaría en el Capítulo VII del estatuto de la ONU, que convierte a las demandas de Occidente en legalmente vinculantes y da a Irán otra oportunidad para cumplir con las exigencias del Consejo de Seguridad.