Carlos Gabetta

«¿Cómo no tener en cuenta el bloqueo para analizar la situación de Cuba?»

En la primera de nuestras entrevistas sobre Cuba, con distintos perfiles y enfoques, conversamos con Carlos Gabetta, periodista especializado en análisis político y social, quien fue director del semanario El Periodista (de Argentina) y de Le Monde diplomatique, edición Cono Sur. Vivió en México, Francia y España. En París trabajó en la Agencia France Presse y fue jefe de la sección Latinoamérica del semanario Politique Hebdo. En Madrid fue columnista del diario El País y en Barcelona, director de Cuatro Semanas. En este diálogo con Nueva Sión, realiza un análisis sobre lo que está ocurriendo hoy en Cuba y lo que puede suceder en un futuro
Por Telemaco Subijana y Dario Brenman

A tu criterio: ¿qué es lo que está pasando en Cuba y cuál es el contexto político y social que se está advirtiendo?

Yo conozco bien la revolución cubana no solo porque soy de la generación que soñó y lucho por ese tipo de procesos, sino porque además visite la isla muchas veces, conocí a Fidel Castro, tuve la oportunidad de hablar con él, di conferencias en ese país. En una palabra, lo que hoy sucede no se puede sacar del contexto inicial.

Es cierto que, Cuba desde el punto de vista democrático, republicano, es lo que se llama una dictadura, un régimen de partido único, la opinión no es libre, etc. Fidel Castro en sus primeras semanas y meses no pregonaba la dictadura del proletariado ni el régimen de partido único, era un nacionalista burgués revolucionario a la manera que los fueron nuestros próceres del  siglo XIX, que comenzó a nacionalizar empresas e inmediatamente se vio bloqueado, atacado con la invasión a Playa Girón.

Cuba era una isla rica, sobre todo por los ingresos del turismo, y el azúcar que era un bien muy preciado, pero está a 100 kilómetros de Estados Unidos,  muy lejos de Europa, desconectada geográficamente de América Latina (no culturalmente)  y entonces tuvo que derivar en esto que vemos hoy.

Durante más de 30 años, con los miles de millones de dólares que le enviaba la Unión Soviética, sin contar la ayuda militar, Cuba se convirtió en una dictadura marxista, estalinista que jamás llegó a esos niveles de represión porque además no fue necesario al principio. Los cubanos recibieron inmediatamente una cantidad de beneficios en salud, educación, trabajo.

En este momento Cuba está pasando por una crisis espantosa. Venezuela, que lo estuvo ayudando hasta hace poco, está atravesando por lo mismo, es un desastre porque ese populismo venezolano que comenzó con Chávez apuntando a la cubana, terminó siendo un populismo que no va a ninguna parte, dictatorial además. A lo de Cuba hay que entenderlo de esa perspectiva.

¿Y hoy cual es su principal entrada económica, teniendo en cuenta que la pandemia frenó el turismo, uno de sus principales recursos?

Aun en un contexto como el de hoy, Cuba es un país que exporta médicos. Hay más de 30.000 profesionales que están de servicio en América Latina, África e India y en medio de la pandemia, dos vacunas para el COVID, Fue el único país en nuestro continente. Eso habla de un desarrollo. Entonces, ¿Qué pasa? Las nuevas generaciones, justamente porque están educadas y conectadas, aspiran a algo más, que tiene que ver con la libertad de expresarse.

¿Cuál es la salida para esta crisis que está atravesando la isla?

La salida inteligente y lógica para Cuba es decirle a Biden que si levanta el bloqueo y los trata como cualquier otra nacional latinoamericana, en seis meses se llama  a elecciones, controladas por Naciones Unidas. El tema es que Biden ahora no lo podría hacer, porque depende del voto latino para las elecciones de medio término del año que viene y como se  sabe, ese voto -sobre todo en Florida, donde perdió frente a los republicanos-  es  decisivo.  Si el levantamiento del bloqueo en algún momento ocurre, la isla podía pasar a ser una república democrática desarrollada en salud, educación, ciencia y tecnología y con enorme posibilidades de desarrollo.  Una especie de socialdemocracia latinoamericana. Esto sería una evolución posible.

En algún momento cuando fallece Fidel Castro y asume su hermano Raúl se intentó hacer una serie de reformas estructurales, inclusive un intento de apertura ¿Qué resultados tuvieron?

Eso coincidió con la época de Obama, quien llego a visitar la isla. Todo eso fue una posibilidad fantasiosa de salida para Cuba, y digo esto porque siempre tuvo pocas posibilidades de llegar a buen término, tanto de un lado como del otro.  Después vino Trump y prohibió hasta el envío de remesas de cubanos en Estados Unidos para ayudar a sus familias.  El endurecimiento político de Cuba está, desde el principio, directamente vinculado a la actitud de Estados Unidos y del mundo occidental.

¿Qué hay detrás de las protestas en Cuba? ¿Puede haber algún tipo de organización financiando las protestas o son movilizaciones espontaneas que están pidiendo otra cosa?

Puede haber organizaciones, además si estamos hablando de gente que reclama libertad, evidentemente existe una conexión interna entre ellos, probablemente han creado algún agrupamiento. También es probable que haya organizaciones pagadas por intereses extranjeros; por ejemplo, por Estados Unidos. Pero vista la envergadura de esas manifestaciones, es un poco difícil imaginar que esto sea espionaje.

A mí me parece que lo que está reclamando toda esa gente, que en general son jóvenes, está motivado por la situación económica cubana, que desde que se terminó la ayuda soviética, y después la venezolana, está desde hace años en una situación de extrema necesidad. Estas hablando de personas educadas,  que tienen Internet, celulares… por eso se habla que el Gobierno está interrumpiendo las comunicaciones.

¿Estas protestas no se deben también a una falta de liderazgo de su presidente Miguel Diaz Canel?

Sin la menor duda que ocurre eso, porque de Fidel se puede opinar lo que uno quiera, pero lo único que no se puede decir es que no fue un gran líder, primero como revolucionario que se jugó la vida para echar a Batista, incluso contra espías y servicios norteamericanos que operaban allí, porque Cuba era conocida como el prostíbulo de los Estados Unidos y Europa.

Porque el turismo de lujo era su principal ingreso y después la gente no tenía ni salud ni educación. Era un pueblo tropical, africano típico. Entonces, en ese contexto vino la revolución y Fidel toda su vida no fue discutido prácticamente por nadie; después vino Raúl, que tenía sus mismos galones, era un Castro pero no con las capacidades de su hermano; y luego Díaz Canel, que no está a la altura de las circunstancias, y que evidentemente representa otra cosa. Es de otra generación.  Antes estos problemas no existían. En los ’90 hubo manifestaciones de este tipo cuando se acabó la ayuda soviética.

¿Por qué Cuba, a lo largo del tiempo, no tomó la misma postura que China y Vietnam: abrir su economía,  manteniendo un gobierno centralizado?

Porque está bloqueada, por eso no lo puede hacer. Además, el modelo chino y el modelo ruso tienen una mano de obra barata  desarrollada y su población,  comparada  con la situación medieval en la que antes vivía,  está mucho mejor.

Por otro lado China acaba de poner un satélite en Marte y además pueden comerciar con todo el mundo.

 

¿Cómo analizás la reacción del gobierno cubano ante estas protestas?

El gobierno cubano no puede hacer otra cosa que reprimir esas manifestaciones, como lo hace hoy el gobierno colombiano, con más de cuarenta muertos en movilizaciones pacíficas. Lo mismo pasa en otros países latinoamericanos.  Entonces ¿De qué nos asombramos de Cuba? Pero es lógico que esto ocurra porque es una dictadura  donde no se le da a la gente opciones, ni económicas  ni particulares, y esto puede terminar en un caos.

¿Cómo evalúas el rol de los países de América Latina respecto a lo que está sucediendo en Cuba?

Los países latinoamericanos, en general -con sus excepciones- apoyan a Cuba en el levantamiento del bloqueo. Ahora hay que hacer una distinción importante entre lo sucedido en Cuba y la evolución populista de regímenes como el nicaragüense. En Nicaragua, la revolución comenzó siendo un ejemplo, porque alfabetizó al país; en 1990 el Frente Sandinista perdió las elecciones y le entregó el poder a Chamorro: volvió al poder 10 o 12 años después y se fue convirtiendo -poco a poco- en una dictadura populista, a la venezolana. Cuba no ha iniciado este proceso populista. Una de las posibilidades es que pase esto.

Por otro lado está Venezuela,  que está en la miseria económica y  en la represión más brutal, en las desapariciones  y  asesinatos. Este país, que es una de las principales reservas petroleras del mundo, hasta aflojó en la producción petrolera.

¿Y como viste  la cobertura mediática sobre el tema?

 Esta manera de analizar la situación cubana que tengo yo, y que debería tener cualquier periodista -tomar el contexto; es decir, pensar: está pasando esto, de donde viene, hay antecedentes, cuáles son las causas- muchas veces no existe.  No es que no se hable del bloqueo pero lo mencionan así como al pasar, con las excepciones del caso, por supuesto. De Playa Girón, una invasión militar financiada por Estados Unidos se olvidó, entonces ¿Cómo no tener en cuenta eso para analizar la situación cubana? ¿Cómo olvidarse de los progresos que hizo Cuba a diferencia de Venezuela?  No se puede analizar a la isla diciendo «que venga la democracia» y yo me pregunto ¿democracias cómo cuál? ¿Como la nuestra? ¿Cómo la peruana, donde el 50 por ciento de la población votó a una corrupta condenada?