El silencio, sólo roto por las sirenas, fue total en los lugares de trabajo, las escuelas y también en las calles, donde los conductores detuvieron sus vehículos para participar en el recuerdo anual que Israel hace del Holocausto. A continuación se produjo un acto ceremonial de colocación de coronas de flores en Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Israel.
Asimismo, se leyeron los nombres de las víctimas de la campaña nazi contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial tanto en Yad Vashem como en la Knesset (el Parlamento israelí). En la tarde israelí, el museo reunió la asamblea anual de los movimientos juveniles en relación con este acontecimiento.
La ceremonia de la Knesset por las víctimas del Holocausto, bajo el lema ‘Detrás de cada persona hay un nombre’, comenzó una hora después de los dos minutos de silencio y estuvo enmarcada por la lectura de los nombres de las víctimas.
Los actos oficiales habían comenzado ayer con la reunión de la asamblea central en Yad Vashem, en Jerusalem, a la que asistieron los dirigentes israelíes, sobrevivientes del Holocausto y diplomáticos extranjeros. En esta ocasión, el lema de los actos fue «Humanidad en la sombra de la muerte».
Durante su intervención ayer, el presidente israelí, Moshe Katzav, dijo que el mundo no debe ignorar los actuales llamamientos a destruir el Estado de Israel, aunque no mencionó directamente a Irán. «Pido al mundo occidental que no se quede en silencio ante las naciones que están intentando dotarse de armas nucleares y predican la destrucción del Estado de Israel», afirmó.
Por su parte, el Primer Ministro Ehud Olmert, afirmó que Israel siempre llevará en su memoria el asesinato de millones de judíos, y subrayó que «Israel tiene la capacidad de defenderse a sí mismo pero hace un llamamiento al mundo civilizado para que mantenga la luz y la libertad, defienda los valores de la justicia y la dignidad del hombre».
La ceremonia de estado incluyó el tradicional encendido de seis antorchas en memoria de los seis millones de judíos que perecieron en el Holocausto y que fueron encendidas por seis sobrevivientes que formaban parte de movimientos juveniles sionistas en la época.
