Guerra de Irak

Estados Unidos anunció la muerte de los hijos de Saddam

La noticia se conoció cuando comenzaba el toque de queda en la ciudad de Bagdad. Uday y Qusay Hussein, a los que se atribuye la inspiración de los ataques que hostigan a las fuerzas norteamericanas de ocupación, murieron ayer, 22 de julio, en un enfrentamiento con tropas norteamericanas en la ciudad de Mosul, al norte de Irak. La posibilidad de que Saddam esté vivo y en Irak ha cobrado más fuerza que nunca después de esta operación de la 101 división aerotransportada, que tenía como objetivo la casa de Mohamed Al Zaidan el jefe de la tribu Bu Issa, detenido por los soldados norteamericanos junto a uno de sus hijos. Algunos vecinos de Mosul habían informado a las tropas norteamericanas de que Uday y Qusay Husein estaban efectivamente en la casa donde fueron ubicados. Aunque los cuerpos se quemaron bastante durante los combates, un general norteamericano confirmó que se trataba de los dos hijos de Saddam.

A última hora de ayer, 22 de julio, los militares estadounidenses estaban “esperando la confirmación de las pruebas de ADN” para poder anunciar con absoluta certeza la confirmación de su muerte. El tercero de los cuatro cuerpos que fueron sacados de la casa corresponde a un adolescente de unos 14 años, que según los expertos podría ser el hijo de Qusay Hussein que, se cree, estaba viajando con él.
A nadie se le hubiera ocurrido que dos de los ases de la baraja de los más buscados, el de corazones y el de trébol, estuvieran escondidos en el mismo edificio. Pero tampoco se puede excluir que ambos hubieran conjurado su destino, o al menos que hicieran ciertos movimientos juntos.
La localidad de Mosul ha sido, históricamente, uno de los más sólidos feudos del partido Baas, la ciudad donde Hussein reclutaba a la mayoría de sus oficiales. Si los generales y hombres de mayor confianza eran de su familia o de su localidad natal de Tikrit, en Mosul es donde reclutaba a los hombres que ponía en segundo lugar de sus preferencias.
La 101 aerotransportada está comandada por el General David Petraeus, que sostuvo el orden en Mosul con mano de hierro, después de que las Fuerzas Especiales de los Marines que entraron en la ciudad apoyadas por los “peshmergas” (guerrilleros) kurdos tuvieran que disparar en dos ocasiones contra la población.

En casa de Mohamed Al Zaidan

La operación duró más de cuatro horas y la casa del cheij Mohamed Al Zaidan quedó prácticamente destruida a causa del fuego. Unos 200 soldados de las fuerzas especiales de la división redujeron prácticamente a cenizas la vivienda después de rodearla.
Los hombres de la 101 habían perdido sus dos últimos soldados el domingo, cuando un convoy fue alcanzado a las afueras de Mosul con un disparo de lanzagranadas y tiroteado después con fusiles de asalto.
Los que estaban acostumbrados a hacer absolutamente su voluntad con las vidas y haciendas de los iraquíes, han estado huyendo de la formidable operación de búsqueda lanzada por el Ejército de los Estados Unidos.

¿Dónde está Saddam?

La principal incógnita es saber el paradero del propio Sadsam Hussein, que si está vivo se encontrará, según todos los indicios, en la misma situación en la que estaban sus hijos: huyendo mientras el cerco se estrecha y los posibles escondites se reducen.

«Qusay era callado y calculador» afirmó la madre de uno los compañeros de clase de los hijos de Sadddam, podría servir para dar una idea de Qusay Saddam Hussayn Al Tikriti, hijo menor de Saddam, que tenía fama de discreto y raras veces había sido visto en público.
Nació en 1966 y contaba con la plena confianza de su padre, quien le había encargado los expedientes de seguridad más delicados. Diplomado en Derecho por la Universidad de Bagdad, casado y con tres hijos, consiguió preservar su vida privada de la atención mediática.
En 1996, tras el atentado que sufrió Uday, su hermano mayor, pasó a ocupar cargos de relevancia en las fuerzas armadas y en el temido aparato de seguridad del régimen iraquí.
Qusay controlaba las tropas de elite de la Guardia Republicana, los servicios de inteligencia y una fuerza especial encargada de la seguridad personal del dictador. Esto lo había convertido en el número dos del régimen.
En mayo de 2001, asumió uno de los dos puestos de adjunto al jefe del partido político Baas.
Su ingreso en el partido le otorgó más responsabilidades y le permitió participar en la toma de decisiones políticas, así como ampliar su influencia en las fuerzas armadas.
Asimismo, en los meses previos a la última guerra, Qusay participó en todas las reuniones militares presididas por su padre. También se cree, según ha apuntado un disidente iraquí exiliado, que sólo él y el secretario particular de su padre, Abid Hamid Mahmud al-Tikriti, capturado en el mes de junio, conocían el paradero de Saddam Hussein tras la caída del régimen.
Una vez acabada la guerra, Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por las informaciones que condujeran a la detención de Qusay y de su hermano Udai, que el Pentágono había señalado respectivamente como el ‘as de trébol’ y el ‘as de corazones’.
Por Saddam se siguen ofreciendo 25 millones de dólares.