Rusia y China, que tienen fuertes lazos económicos con Irán, se oponen a la posición estadounidense de imponer sanciones. Rusia está construyendo una usina nuclear en el puerto de Bushehr, en el sur de Irán, y suministra armas a Teherán.
El vocero de la cancillería rusa, Mijail Kamynin, reiteró que la posición de Moscú es insistir en la diplomacia: «estamos convencidos de que ni las sanciones ni el uso de la fuerza conducirá a la solución al problema», dijo Kamynin, citado por la agencia ITAR-Tass.
El embajador ruso ante la ONU, Andrey Denisov, se negó a pronosticar qué sucederá si Irán no desiste del enriquecimiento de uranio antes del plazo del 28 de abril. Pero insistió que se debe buscar una salida diplomática al problema.
Advertencia iraní
Por su parte, el Presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad advirtió que su país «cortará la mano de cualquier agresor», e insistió en que los militares de Irán deben estar preparados con la tecnología más avanzada.
«Hoy, ustedes figuran entre los ejércitos más poderosos del mundo, porque confían en Alá», dijo el mandatario en un desfile para conmemorar el Día del Ejército.
«Los enemigos de Irán conocen su valor, fe y compromiso con el Islam, y la tierra de Irán ha creado un ejército poderoso que puede defender las fronteras políticas y la integridad de la nación iraní, así como cortar la mano de cualquier agresor y marcar la señal de la desgracia en su frente», añadió.
Ahmadineyad dijo que el ejército iraní «tiene que estar constantemente preparado, equipado y dotado de poder. Tiene que estar equipado con las tecnologías más recientes, reconocer al enemigo y estar vigilante».
