Reflexiones:

La libertad de nuestro tiempo

En cada generación, cada persona debe considerarse a sí misma como si hubiese sido, personalmente, redimida de Egipto. Abba Eban dijo una vez: ''La liberación de los judíos de la opresión egipcia debe ser contemplada, en toda visión seria de la Historia, como uno de los auténticos ápices en el progreso de la Humanidad. La memoria de la primera lucha de Israel por la libertad inspiró y solazó a muchos subsecuentes movimientos de independencia nacional. El Éxodo es el original y clásico episodio de liberación nacional''.

Por Gershon Baskin

Esta memoria y esa lucha son re relatadas cada año por nosotros a nuestros hijos de forma que ellos recuerden que nosotros también fuimos esclavos en Egipto y hoy somos libres. En estos días de Pésaj celebraremos más de una vez nuestra liberación de la esclavitud y nuestra libertad como nación.
Israel nació luchando en 1948, y nuestro movimiento de liberación nacional fue celebrado por nosotros y por la Humanidad como una gran conquista, especialmente después de nuestra liberación del faraón nazi.
Nuestra lucha por la redención fue justa y los esfuerzos para crear un Estado de Israel libre fueron vistos por el mundo con reverencia.

Otra esclavitud

En junio de 1967, nuestra victoria en la guerra nos llevó a nuestro aprisionamiento dentro de la moderna esclavitud como los ocupantes de otro pueblo.
Quedamos borrachos con nuestra victoria, y ciegamente intensificamos nuestro dominio sobre los palestinos. La lucha de ellos por libertad e independencia terminó ganando apoyo y solidaridad internacionales, y nos transformamos en el faraón de la actualidad.
Desde 1967, Israel se tornó una sociedad dividida entre los que visualizaban nuestra esclavización como ocupantes y aquellos que trabajaban para fomentar nuestro atrincheramiento en los territorios ocupados.
Ahora, cuando la inmensa mayoría de los israelíes entiende que no podemos continuar ocupando al pueblo palestino, reconocemos que estamos luchando por un nuevo tipo de libertad.
Nuestro sueño de independencia y liberación nacional sólo puede ser totalmente realizado cuando dejemos de infligir la ocupación.
Ahora, con tantos años de atraso, reconocemos que nuestra libertad está inextricablemente ligada a la libertad del pueblo palestino, y es mucho más complicado dejar detrás lo que trabajamos tan duro, con sangre, sudor y lágrimas para crear.

El éxodo de Gaza

El Éxodo de Gaza fue sólo un capítulo de la nueva Historia de libertad y redención. Lo que construimos con nuestras propias manos, lo destruimos con nuestras propias manos. Lo que construimos en Cisjordania con nuestras manos, lo vamos también a destruir con nuestras manos.
Las ruinas dejadas detrás no son sólo restos físicos de casas y comunidades. Las ruinas incluyen las chances de construir esperanza y de construir la paz con aquellos que fueron esclavizados por nosotros. Las heridas de la ocupación llevarán años y tal vez generaciones, en cicatrizar.
Por todos los años en que tantos judíos percibieron la ocupación como liberación, estamos pagando un precio. Por todos los años en que la Guerra de los Seis Días fue percibida como el inicio de la Redención, estamos pagando un precio.
Por nuestra ceguera al creer que nuestro asentamiento en los territorios era visto como abastecedor de trabajo y bienestar para los palestinos pobres, estamos pagando un precio.
Por nuestra creencia en que podíamos dominar por la fuerza, estamos pagando un precio.
Por nuestra arrogancia de que podemos imponer una solución e imponer fronteras, continuaremos pagando un precio.

Errores por doquier

Esta no es una historia de buenos y malos, o verdaderos y falsos, o certeros y errados. Esta es una lucha entre dos certeros, donde ambos cometieron errores.
Los palestinos fueron esclavizados por su confianza en el terrorismo.
Los palestinos continúan esclavizados por su creencia de que no deben reconocer nuestros derechos. Ariel Sharón habló sobre los derechos del pueblo palestino a su propio Estado. Su declaración fue el primer paso verdadero en dirección a la redención del Estado de Israel. El nuevo liderazgo palestino tendrá que seguirlo en sus pasos.
Pero nosotros no tenemos que quedar esclavizados por el no-reconocimiento de nuestros derechos.
El nuevo gobierno no se debe encadenar al nuevo mito de que el unilateralismo va a resolver nuestros problemas. Nosotros jamás nos libraremos de la ocupación si no nos involucramos y negociamos con los palestinos. Nosotros ayudamos a crear el no-socio palestino. Debilitamos a sus líderes, creando mitos y mentiras sobre caballos de Troya, sobre conspiraciones premeditadas en Camp David, sobre pollitos sin plumas, las palabras con las cuales Sharón acostumbraba burlarse de Mahmoud Abbas.
Los palestinos sufrieron y continúan sufriendo por los errores de su propio comportamiento. Nosotros también continuamos sufriendo al perder oportunidades que están en nuestra puerta de entrada.
Mahmoud Abbas no es nuestro sueño de líder palestino. Puede ser débil, indeciso, puede faltarle carisma. Pero es el líder del pueblo palestino.
El está luchando contra el gobierno de Hamas, al cual percibe como el atrincheramiento de su pueblo en su continuo sufrimiento. Quiere conducir a su pueblo hacia fuera de la esclavitud. El cree en la libertad y la liberación, reconoce a Israel y está listo para hacer la paz con nosotros. Pero en vez de ayudarlo a construir su posición y fortalecer las chances de una paz negociada, continuamos debilitándolo y minando su liderazgo.
Durante el Pésaj de este año, recordemos que la experiencia de la esclavitud creó en nosotros una profunda conciencia y un apasionado compromiso con la libertad y la justicia, como están incorporados en la Torá. Nos entusiasmamos al recordar que una vez fuimos esclavos en Egipto y hoy podemos re-relatar nuestra historia de liberación.
Que nos tornemos verdaderamente libres, libres de la ocupación, libres del conflicto y libres para construir la paz con nuestros vecinos.