Olmert, quien presentó a Peretz como su «amigo», reveló que en las dos noches previas ambos habían mantenido reuniones de bajo perfil para definir el futuro próximo. «Decidimos que el Partido Laborista será el principal aliado de Kadima en el Parlamento. Vamos a decidir las líneas programáticas del Gobierno conjuntamente», dijo Olmert quien agregó que «quien acepte dichas líneas podrá sumarse a la coalición».
Peretz, por su parte, añadió que se ha creado una base fuerte de confianza y de colaboración y que el objetivo del Gobierno será acelerar el proceso de paz y acortar la brecha social en Israel.
Peretz destacó que el gobierno será estable y podrá cumplir su función durante los próximos cuatro años y ocho meses que durará esta próxima Knesset (Parlamento).
Los ultraortodoxos de las formaciones Shas y Judaísmo de la Torá, así como los pacifistas de Meretz, han expresado su voluntad de integrarse a un Ejecutivo «que tendrá misiones históricas».
También el ultranacionalista Avigdor Liberman, anunció que aceptará las líneas programáticas del Gobierno, aun así, Peretz se opone a que el partido de Liberman se incluya en el Gobierno.
Lo que viene
Kadima no aceptaría entregar a los laboristas el Ministerio de Economía y le está proponiendo a Peretz la cartera de Defensa. En una reunión con los líderes de Kadima, Olmert declaró: «Podríamos formar una coalición estrecha sin los laboristas y mantener en nuestras manos todos los principales ministerios -defensa, exteriores, finanzas y educación-. Sin embargo, con la derecha y los religiosos no podríamos continuar con el proceso de paz; por eso los laboristas son vitales».
En Kadima explican que con Peretz en Economía corren el riesgo, también, de ahuyentar a los inversores extranjeros, quienes temen el retorno a una economía socialista, y también dudan por la cartera de defensa dado que su experiencia militar es realmente escasa.
Yoel Marcus -comentarista del diario israelí ‘Haaretz’- en cambio, opinó que los responsables de Defensa muy condecorados en el ejército, como Rabin, Sharon y Dayán, cometieron más errores que otros líderes menos experimentados. El primero, al no entender de inmediato la gravedad de la primera Intifada; el segundo, al complicar a Israel en la guerra de El Líbano, y el último, al no prever la guerra del Yom Kipur.
Peretz, como ministro de Defensa, enviaría un mensaje de paz a los palestinos, pero también otro de firmeza a los colonos sobre la certeza de que Israel evacuará Cisjordania.
Tanto laboristas como Meretz señalan que los siete diputados del Partido de los Jubilados apoyarán la retirada de los asentamientos en Cisjordania.
