Ruth Dayan: cuando las espadas se convierten en arados

Quizá…

El 5 de febrero pasado falleció Ruth, la primera esposa de Moshé Dayan, con rasgos ideológicos muy diferentes y con una larga militancia por los derechos humanos que la definió hasta el último de sus 103 años de existencia.
Por Moshé Rozén, desde Nir Itzjak, Israel.

Argentinos que visitan Israel relatan que, al tomar un taxi, la reacción inicial del conductor es: «¿argentino?¡Maradona!»
Algo similar ocurre con israelíes que llegaban a la Argentina: al solicitar un café, el mozo solía responder: «ah, israelí?… ¡Dayan!»

Dayan, Moshé Dayan, fue –es- figura clave de la historia, militar y política, del Estado de Israel.
Nacido en 1915 en el Kibutz Degania, Dayan combatió en las filas del Palmaj, la brigada judía de Palestina. En 1941, como resultado de un disparo de francotiradores, perdió su ojo izquierdo: de allí el parche que será su distintivo y -de algún modo- la señal simbólica de su país. La herida, lejos de obligarle el abandono de las armas, no impide su participación y liderazgo en todas las guerras de Israel. En octubre de 1973, con la Guerra del Día del Perdón, Dayan, ministro de Defensa, cae del pedestal de héroe indiscutido y su nombre despierta, desde entonces, duras controversias («Mitos Demolidos», Nueva Sión 955, 15/1172010).
La estela de Dayan envuelve al conjunto de su espectro familiar: hijos, nietos y sobrinos de Moshé Dayan tuvieron y tienen una destacada actuación en todos los ámbitos de la sociedad y la cultura, el arte y la política de Israel.

Con vuelo propio
Ruth, la primera esposa de Dayan, fallecida el pasado 5 de febrero, alcanzó ribetes legendarios por propia virtud. En su juventud activó como instructora agrícola de inmigrantes. En 1954 Ruth abre una red de locales de artesanía, «Maskit», donde confluyen creaciones de toda la gama étnica del país: judías y palestinas, persas y yemenitas, drusas y beduinas. «Maskit», además de ser una portentosa fuente laboral, fue un centro pionero de la moda israelí.
En 1973, luego de separarse de Moshé, Ruth publica «Quizá…», un relato autobiográfico focalizado en las aspiraciones de su generación: quizás la utopía pionera es realizable.
Pero, con rasgos ideológicos diametralmente opuestos a Moshé Dayan, Ruth eligió una militancia que la define hasta el último de sus 103 años de existencia: se adhirió a movimientos como «Yesh Din, Volunteers for Human Rights» (“Yesh Din, voluntarios por los Derechos Humanos”) “B’Tzelem, Israeli Center for Human Rights in the Occupied Territories» (B’Tselem, Centro Israelí por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados).
Desde 1992 y hasta las últimas elecciones parlamentarias, Ruth Dayan fue «candidata de honor» en la lista del partido MERETZ.
Como bien lo afirmó ella misma: «tuve años de tristeza y dolor, alegría y pasión, pero siempre participando de la historia, nunca sentada a la espera de los cambios».