Elecciones en Israel:

Postales argentinas (III)… o la vida por una silla

Pasados algunos días de las elecciones, todos tratamos de tener alguna conclusión distinta que abra el camino, que explique algo que no vimos para que, finalmente, nos permita entender qué es lo que el electorado quiso transmitir con su voto. Sin embargo la actitud de los políticos, ya con los resultados puestos, nos demuestra que todo sigue igual y pocos entendieron el mensaje.

Por Roberto Moldavsky (Desde Israel)

Salvo el Partido religioso Nacional, Mafdal, todo el resto, se ve como potencial integrante de la coalición.
Con un poco de plata, algunos cargos y alguna promesa, Le pen-Liberman, Shás y hasta el Likud, que amenazó con proponerle al Presidente que Avodá (Amir Peretz) forme el gobierno, encuentran que sus líneas rojas se corren un poco y se puede llegar a algún acuerdo posible.
Kadima es el principal culpable, también dejando las puertas abiertas a todos como socios en un futuro gobierno.
Roni Bar On escribe en ‘Haaretz’: «Kadima ya demostró que puede ganar, ahora tiene que demostrar que puede ser gobierno. Debe poner las bases ideológicas con las cuales piensa gobernar y entonces quedará más claro para todos quién puede entrar en la coalición y quién no».
Lo que Bar On no dice es que Kadima va a tener que cambiar toda su línea de economía neoliberal para hacer coalición con Avodá.
Peretz insiste en que quiere el ministerio de Economía, y ese es un mensaje más que claro con respecto a dónde apunta el trabajo político de su partido.

La coalición

En Kadima y Avodá está la base del próximo gobierno.
A ellos se sumarán las estrellas de estas elecciones, los jubilados con Rafy Eitan a la cabeza, exigiendo la ley de pensión y algún ministerio de Bienestar Social o uno nuevo a crearse que se ocupe de la tercera edad.
Aunque parezca increíble, donde no cayó bien el triunfo de los «viejitos» fue en Estados Unidos, ya que Eitan tiene prohibida la entrada al país del norte por su participación en el caso de espionaje sucedido con Jonathan Pollard y por sus curiosos negocios con Cuba.
Dicho sea de paso estos bebes de la política israelí algo están aprendiendo: se hacen esperar en las conferencias de prensa y en las reuniones, no hablan de más, no arriesgan nada. Ya perecen responder al famoso refrán «el diablo sabe por diablo, pero mas sabe por viejo».
Meretz se sumará con sus 5 escaños, y falta saber qué partido religioso se unirá a todos ellos.

Veamos algunos números que salen a la luz ahora:

– Kadima recibió la mayoría de los votos de gente de más de 50 años, de los cuales el 80% son laicos.

– La mayoría de los votantes de Avodá son mayores de 40 años y este mismo partido recibió un 27% de votos que, antes, eran depositados en Meretz.

– A los jubilados lo votaron muchísimas personas menores de 50 años en lo que se interpreta como un voto castigo de los que, antes, ponían un papel en blanco o algún chiste.

– El 80% de los votos de Liberman es de olim jadashim (nuevos inmigrantes) obviamente rusos. Más de un millón de rusos pueden tener unos cuantos diputados a su favor.

– El público con mayor compromiso por las urnas fue el religioso oriental.

– 12 diputados de Shas, que están con los más pobres, seguramente también ocuparon lugares a los que Meretz y Avoda jamás llegaron. «Somos el Likud con Kipa», dicen orgullosos los muchachos de negro.

Almas puras

‘Adios Meretz, hola Avodá’. Así tituló su nota el ex líder de Meretz Iossi Sarid, que se queja que su propuesta de unión no fue oída hace 5 meses cuando lo expresó en el diario ‘Haaretz’.
Sarid afirma que, a largo plazo, Amir Peretz es la apuesta de la izquierda israelí y, quién sabe, esos 25 mandatos de los partidos separados, cuánto hubiesen significado unidos.
Meretz tuvo 12 diputados en el ´91, después 10, luego 9 y esta realidad obliga a un replanteo profundo.
Si bien el 8% de la moderna Tel Aviv los votó, no se puede vivir de los votos de los kibutzim y hay que tener un mensaje más fuerte y atractivo que atraviese las fronteras de las llamadas «iafei nefesh» (almas puras).
Los stickers de apoyo a los casamientos homosexuales o a la ecología son correctos en su contenido, pero solo sirven para convencer a los convencidos (que de todas maneras los votaron y arañaron el resultado que deja con vida a un Beilin defenestrado en las últimas horas).