-Me gustaría comenzar la entrevista preguntándote, ¿quién es Dror Morag?
-Ante todo estoy casado con Katty, soy padre de Neta y Zohi, eso es lo más importante. Vivo en Bat Iam. Mi esposa Katty es miembro del Consejo de la Ciudad de Bat Iam, por parte del partido Meretz. Nacido y oriundo de Jerusalén, crecí en Raanana y me formé en la Tnua Majanot La Olim, un movimiento que es como Habonim Dror en Israel. Fui muy activo políticamente, comencé mi militancia política en el partido Avoda, junto a Iosi Beilin. Cuando Iosi Beilin pasó a Meretz en 2002, 2003, me fui con él a Meretz y comencé mi actividad política. También tengo una Maestría en la Universidad de Tel Aviv en Políticas Públicas y Resolución de Conflictos. Mi primer título lo obtuve en la Universidad Hebrea de Jerusalén en Estudios del Islam y Relaciones Internacionales. Luego del Ejército, cuando fui dado de baja en el año 2002 del Garin Najal, hice un año de Shnat Sherut, año de servicio allí. Desde entonces soy activista en Meretz y en 2011 me postulé a Secretario General y me desempeñé en ese cargo hasta 2016. Precisamente allí nació mi primera hija, que ahora tiene cinco años, y decidí que era tiempo de hacer un cambio y estar más en casa. Cuando sos Secretario General de un partido, el 24/7 (24 hs. los 7 días a la semana) no hay viernes, sábado, noche, día, todo el tiempo es el partido. Es por ello que decidí realizar un cambio y fui electo Representante Principal de Meretz en la Organización Sionista Mundial (OSM), cargo en el que se había jubilado Rany Trainin. Fui también Director Ejecutivo del Centro Hertzl, y Presidente del Departamento de Actividades Sionistas, y en esta cadencia que ahora comienza soy el Presidente del Departamento de Desarrollo Social y Tikun Olam (Reparación del Mundo) de la OSM.
-A tu entender, ¿cuál es la importancia del Congreso Sionista y de la Organización Sionista Mundial para las comunidades judías del mundo e Israel?
-El Congreso Sionista y el Movimiento Sionista no concluyeron aún su función. Es cierto que creamos el Estado, los primeros 120 años del sionismo los invertimos en construir el Estado. Por lo tanto me pregunto cuáles son los desafíos para los próximos 120 años. Creo que la función de todas las instituciones nacionales, el movimiento sionista, el Congreso Sionista, es el Tikun Jevrati (Reparación Social), tanto dentro del Estado de Israel como en las relaciones entre el mundo judío y el Estado de Israel. Dentro del Estado de Israel, por supuesto, para lograr llegar a aquella sociedad modelo con la cual Hertzl soñó, todavía tenemos mucho trabajo por hacer. También en eso me enfoco, igualdad, democracia, combate de la discriminación, acercamiento de la periferia al centro, fortalecimiento de los grupos minoritarios en la sociedad israelí, como la comunidad árabe y la comunidad etíope. Por supuesto hay mucha tarea por hacer, entre los judíos de Israel y los judíos en el mundo. Muchas veces hay diferencias muy grandes también por las posturas políticas, soy de aquellos que no piensa que todos los judíos tienen que vivir en Israel, es un objetivo importante, es bueno que las personas hagan aliá a Israel, yo promuevo la aliá, es algo muy bueno. Pero no todos los judíos van a estar en Israel, y está perfecto, nosotros tenemos que relacionarnos también con quien no vive en Israel, no mirarlo como si fuera menos bueno. Los judíos y sionistas en la diáspora tienen el rol de ocuparse del fortalecimiento de sus comunidades judías, porque es también fortalecer el Estado, y también disminuye el nivel de antisemitismo. Nosotros tenemos el rol de luchar por nuestras convicciones y por nuestra identidad. No siempre se ve qué es el sionismo, piensan que es solo la derecha, los asentamientos o colonias, y no es eso. Nuestro rol, nuestra responsabilidad, es mostrar que hay otro judaísmo, otro sionismo y otra “israeliut” (forma de ser israelí) diferente, que acerca más, que abraza y que recibe al diferente, y puede vincularse con grupos diferentes en el mundo y este es el mejor camino para disminuir el antisemitismo. Porque como nos ven no es verdad, hay personas como vos y como yo que no buscamos las peleas, queremos vivir juntos, tranquilos. Es nuestro desafío.
-¿Qué resultado arrojó el 38vo. Congreso Sionista Mundial?
-En general te diría que hubieron varias resoluciones y debates interesantes, este es el asunto central del Congreso. Pero no fue lo que fue alguna vez. El coronavirus causó que el Congreso sea virtual, simpático, interesante, pero no fue relevante como lo es generalmente. Por lo visto se programará otro Congreso dentro de un año para que se pueda llegar a Israel físicamente y allí encontrarnos… Pero lo que sí sucedió en este Congreso fueron cuestiones más políticas, un cambio mayor en la percepción ideológica del Movimiento Sionista. A mi pesar, la derecha se fortaleció. Y hubo una gran y difícil discusión sobre el control de las instituciones naciones, de la Organización Sionista Mundial, de la Agencia Judía para Israel, del Keren Kayemet Le Israel y el Keren HaYesod. Hubo una gran discusión de quienes controlan y quienes lideran en los cargos centrales de estas instituciones. Fue una gran discusión, también ideológica, entre la izquierda, los liberales y las corrientes no ortodoxas con la derecha, los religiosos y ortodoxos. Lamentablemente, en este combate, por el momento perdimos. Digamos, nosotros fuimos la mayoría, éramos más en el control, y hoy somos minoría. Podemos preguntarnos por qué, pero en estos momentos es esta la situación. Este congreso no fue como nosotros esperamos, actuamos para obtener cargos centrales y frenar así lo más posible el control de la derecha. Finalmente obtuvimos éxito en eso, no fue justo 50% y 50%, la derecha tiene un poco más de fuerza, pero no como ellos hubieran querido. Si hubiera dependido de ellos, hubiera sido 80% y 20%. Ahora ellos son 52%. En este punto, justamente estoy sorprendido por lo que pasó con Meretz Argentina. Pese a que tenemos allí un movimiento fuerte y muchos afiliados, Meretz no tuvo suerte en Argentina. Tenemos que sacar conclusiones, analizar qué cambiamos la próxima vez, pasar la continuidad a manos más jóvenes, a nuevas manos, y llevar a la organización a nuevos lugares que acerquen a otras personas. Esto es un ejemplo de por qué la derecha triunfa. Argentina es un ejemplo, pero en el total, en todo el mundo pasaron cosas similares, excepto Estados Unidos, donde nos fortalecimos en Meretz. Allí los conservadores y reformistas decrecieron y se creó la facción de los ortodoxos Eretz Ha Kodesh (La Tierra Sagrada). El involucramiento de gente como nosotros: judíos, sionistas, humanistas y laicos, es muy importante. Nosotros no estamos suficientemente involucrados en las instituciones, no votamos lo suficiente, necesitamos más involucrados e influenciar más para que seamos la mayoría. Somos la mayoría en nuestras comunidades, en cada uno de los países hay más judíos laicos, reformistas, conservadores y liberales que ortodoxos y de derecha. Pero ellos son exitosos en traer más personas a participar de las elecciones.
-¿Cómo influye la política partidaria israelí en el Congreso Sionista?
-Influye de cierta manera, porque los partidos israelíes tienen allí representación. Hubo muchos conflictos en el Likud entre la parte mundial y la parte israelí. Nosotros en Meretz trabajamos muy bien juntos la parte israelí y el resto del mundo. Si bien esto no afecta mucho al Congreso, influye sobre la situación de la coalición, sobre los cargos, eso es verdad. La derecha, pese a que tuvieron peleas entre ellos, logró en el minuto 90, en el último día del Congreso, relacionarse ente ellos y superarnos.
-Dada esta situación, ¿cuáles son los pendientes de los movimientos de izquierda en el Congreso Sionista y en la Organización Sionista Mundial?
-Nosotros tenemos que involucrar a más personas, preparar a la nueva generación joven para que en las próximas elecciones lleguemos con nuevas fuerzas. Los jóvenes quieren influir en lo que ocurre en Israel y en el mundo judío, y es importante que sepan que lo pueden hacer también mostrando una postura crítica al Gobierno El vínculo con personas en Israel que piensan así es muy importante. Uno de los caminos posibles para hacer esto es en el Congreso Sionista Mundial, donde Meretz tiene más fuerza que en la Knesset (Parlamento). Este es el mensaje más importante para los lectores de Nueva Sion, que esta vez no lo hicimos suficientemente bien, pero sé que podemos mejorar y sé que nos puede ayudar mucho a nosotros, a todo el judaísmo liberal, humanista y a Hashomer Hatzair principalmente, si logramos fortalecernos la próxima vez.
-¿Cuáles creés que son los desafíos de la Organización Sionista Mundial?
-La Organización Sionista Mundial tiene el desafío de ser relevante para la nueva generación. Es muy difícil, es una organización muy grande, con muchas organizaciones que son socias, le toma tiempo cambiar. Pero debemos ser relevantes, hablar un idioma actual, entender dónde están nuestros jóvenes hoy, no anularlos, no perderlos. Si no vamos a saber hacer eso, si vamos a seguir en la línea tradicional que venimos actuando hace decenas de años, vamos a perder a muchos de los jóvenes que no van a encontrar interés en lo que hacemos. Hay lugares más interesantes donde actuar. La generación joven hoy en todo el mundo es más activista, más progresista, mira de manera crítica todo los que hacen y no acepta todas las cosas como obvias. Se hace interrogantes, se pregunta, nosotros tenemos que saber dar respuestas.
-¿Qué cambios te gustaría hacer dentro de la Organización Sionista Mundial a nivel personal y por parte del partido Meretz?
-Mi mayor desafío es, por supuesto, continuar con la actividad que vengo desarrollando hoy en día, fortalecerla. Es una actividad que involucra también a la sociedad árabe. Pienso que parte del sionismo, en cual yo creo, sabe que vamos a vivir aquí en Israel judíos y árabes juntos, y tenemos que ver cómo construimos una vida en conjunto. Esto es ante todo mi primer desafío, para mí este es un desafío sionista muy importante. El segundo desafío, que por ahora logré, es crear una unidad destinada al judaísmo humanista, laico y cultural. Esto no existía hasta hoy. Siempre la OSM otorgaba presupuestos para las actividades de las corrientes religiosas ortodoxos, reformistas y conservadores, no así a nuestras corrientes. Si bien no somos una corriente religiosa, somos la corriente judía mayoritaria. Pienso que mi mayor logro fue incorporar en el acuerdo, la creación de una unidad que se ocupe de acercar a todos los que se ven a sí mismos como judíos humanistas laicos. Este es mi desafío: cómo fortalezco esta actividad y cómo acerco a todos los sionistas que ven al judaísmo como cultura.
-¿Cuál es tu programa o los temas centrales de tu agenda para el nuevo cargo que fuiste electo?
-El Tikun Olam (Reparación del Mundo) es un tema central. El nombre del Departamento es también Tikun Olam. Espero poder hacer muchos proyectos en el mundo que permitan a muchas comunidades no judías conocer a las judías y el aporte a sus comunidades locales. Pienso que es un tema que va a fortalecer nuestra posición en el mundo y también a bajar el antisemitismo. Este es un nuevo tema, el Tikun Olam, dentro de la Organización Sionista Mundial. Es un tema central y un valor judío y sionista muy importante.