Según el acuerdo al que arribaron Arafat y Mazen, éste último mantendrá su autoridad sobre las negociaciones encaradas con Israel -estrategia duramente criticada por sectores de Al Fatah-, pero la última palabra siempre la tendrá un comité encargado del seguimiento de esas negociaciones.
El comité estará liderado por Arafat y estará conformado por Abu Mazen y se le ofrecerá al ministro de Finanzas, Salam Fayed, que conforme este ente tripartito.
La otra cuestión que generó la crisis interna -limitar el poder del ministro para Asuntos de Seguridad, Mohamed Dahlan- se solucionó con la creación de un comité de seguridad también dirigido por Arafat y formado por Abu Mazen y Dahlan.
Concesiones
La crisis queda, así, cerrada gracias a las concesiones de Arafat, ya que las competencias de los miembros del gobierno de Abu Mazen en las negociaciones con Israel y en seguridad permanecen intactas. A cambio, Abu Mazen insistirá ante Israel para que levante el asedio de Arafat recluido en su centro de operaciones en Ramallah.
Se supone que finalizada la crisis, la AP dedicará sus esfuerzos a lograr que Israel cumpla sus compromisos pautados en el “Mapa de Rutas”.