“Los Hombres del triángulo Rosa”

El antes, el durante y el después de los homosexuales alemanes perseguidos por los nazis desde el primer momento en que se hicieron con el poder hasta el Holocausto.
Por Joel Kaplan

Para poder entender las causas que llevaron al hostigamiento y el posterior silencio de los sobrevivientes, es necesario analizar la vida homosexual en Alemania desde finales del siglo XIX hasta nuestros días.

El antes
Con motivo de la unificación de Alemania en 1871, el código penal alemán estableció el articulo/párrafo 175, en el cual castigaba con prisión las relaciones sexuales entre hombres. Mas allá de la prohibición legal, la vida política, cultural y social de los homosexuales estaba en pleno auge en ciudades como Berlín, Múnich y Colonia. En 1896, Adolf Brand crea la primera revista para homosexuales llamada Der Eigene, la cual se publicó hasta 1932.
La lucha por los derechos de los hombres y mujeres homosexuales y transgénero estuvo a cargo en un primer momento del comité científico humanitario creado en 1897 por el Dr. Magnus Hirschfeld, el editor Max Spohr y el jurista Eduard Oberg, entre otros. El comité creía que a partir de una comprensión y abordaje científico se eliminaría la hostilidad social contra los homosexuales. Por este motivo, lanzaron un documento bajo el lema “Justicia a través de la ciencia”. Dicha solicitud fue firmada por prestigiosos científicos y filósofos como Martin Buber, Albert Einstein y Hermann Hesse.
En 1919, el Dr. Magnus Hirschfeld crea el instituto de la ciencia sexual, cuyo objetivo era el estudio de la sexualidad, proveer servicios educativos y asistencia médica a travestis, transexuales, gays y lesbianas. El instituto tenía una gran biblioteca y un museo del sexo. También crea, junto con otros científicos, en 1921, la “Liga mundial para la reforma sexual”, en la cual planteaban la igualdad política y económica de las mujeres, un plan de educación sexual y la separación entre el Estado y la Iglesia.
En 1929, se crea el Bar “El Dorado”, en donde incluían espectáculos de transformistas y bailes entre personas del mismo sexo. Los bares, burdeles y teatros eran espacios donde la cultura homosexual era desarrollada libremente.
En los años de la República de Weimar, entre 1818 y 1933, algunos partidos políticos alemanes, como el Socialdemócrata, el Comunista y el Democrático, intentaron en varias oportunidades abolir el articulo 175, sin llegar a cumplir su objetivo por cuestiones burocráticas, parlamentarias y políticas. En cambio, el Partido Nacionalsocialista tenía una visión contraria sobre los derechos de los homosexuales: “Nuestra visión es que a través del artículo 175 la gente debería ser procesada severamente, debido a que tales vicios conducen a la perdición de la nación alemana”, declaró el diputado nazi Wilhelm Frick en 1927 en el Reichstag.

Durante el Holocausto
Con la asunción de Adolf Hitler como canciller el 30 de enero de 1933, la persecución y el hostigamiento se puso de manifiesto en las políticas del gobierno Nazi. El 23 de febrero de 1933 se declara el cierre de todos los bares en los que “se haya aprovechado para proporcionar la inmoralidad, en especial aquellos que frecuentan círculos que rinden homenaje a la inmoralidad antinatural”. El conocido bar “El Dorado” cierra sus puertas y es tomado como establecimiento partidario del nazismo. Días más tarde, con la quema del Reichstag y las suspensiones de las garantías constitucionales comienzan a desaparecer los rasgos democráticos del Estado alemán.
El gobierno nazi comenzó a utilizar la modalidad de “Custodia Protectora”, que consistía en detener arbitrariamente a todos aquellos que representaran una amenaza para el régimen. Se comenzó a confeccionar las llamadas “Listas Rosas” con nombres de hombres que tenían actitudes o relaciones homosexuales.
El 6 de mayo de 1933, cuando el Dr. Magnus Hirschfeld se encontraba de gira en el exterior, un grupo de estudiantes del partido nazi junto a la SA ingresaron al Instituto de la ciencia sexual, golpeando a los empleados del establecimiento y confiscando todo el material fotográfico y científico que luego fue quemado cuatro días después en la quema de libros de Berlín en la Plaza Opera.
Ernst Rohm era el comandante en jefe de las SA (fuerza voluntaria militar ligada al Partido Nacionalsocialista, conocida con el nombre de “Camisas Pardas”) y rival político dentro de la estructura partidaria. Él era conocido por su participación en los bares y burdeles donde se desarrollaba la vida cultural homosexual. El 30 de junio de 1934 el gobierno alemán llevó a cabo una serie de asesinatos de líderes de la SA, incluyendo a Ernst Rohm. Este hecho fue conocido como “La noche de los cuchillos largos”. El objetivo de Adolf Hitler no fue únicamente eliminar a un contrincante político sino también enviar un mensaje intrapartidario y prohibir la homosexualidad dentro del nazismo y de la ciudadanía alemana.
Aproximadamente un año después, el 28 de junio de 1935, el Estado nazi endurece el Párrafo 175 al incluir un párrafo adicional, llamado 175ª, con agravantes y penas más duras:
§175
Un hombre que comete indecencia con otro hombre, o se deja abusar indecentemente, será castigado con prisión.
En casos especialmente menores, el Tribunal puede abstenerse de castigar a un participante, que aún no tenía veintiún años en el momento del acto criminal.
La siguiente regla se agregará después del §175 del Código Penal como §175A:
§175A
[Lo siguiente] será castigado con una pena penitenciaria de hasta diez años, o bajo
circunstancias atenuantes con una pena de prisión de no menos de tres meses:
Un hombre que obliga a otro hombre a cometer indecencia con él, o dejarse abusar indecentemente, por la fuerza o por la amenaza de un peligro inminente para la vida y las extremidades; Un hombre que induce a otro hombre a cometer indecencia con él, o dejarse abusar indecentemente, mediante el abuso de una relación oficial o profesional, o una de antigüedad; Un hombre mayor de veintiún años que seduce a un hombre menor de veintiún años para cometer indecencia con él o dejarse abusar indecentemente;
Un hombre que, de forma profesional, comete indecencia con los hombres, o se deja abusar indecentemente por los hombres, o se ofrece para tales fines.
Del Ministerio del Interior del Reich, Reichgesetzblatt, Parte I (1935). Colección del Museo Conmemorativo del Holocausto de EE.UU.

 

Los campos de concentración
El 26 de octubre de 1936, Heinrich Himmler formó, dentro de la policía de seguridad (Gestapo), la oficina central del Reich para combatir el aborto y la homosexualidad, dirigida por Josef Meisinger.
La Gestapo anuncia el 4 de abril de 1938 la directiva de que todos los hombres condenados por homosexualidad podrían ser encarcelados dentro de los campos de concentración, en los cuales se utilizó un código de marcado a partir de diferentes colores que denotaban razones o delitos de los arrestados.
Para los gays, hombres bisexuales cisgénero, travestis, mujeres transexuales u otras identidades transfemeninas se estableció la utilización de un triángulo rosa. En cambio, las lesbianas utilizaban un triángulo negro y eran catalogadas como “asociales”.
A partir de 1939, con la autorización de un decreto firmado por Hitler, se comenzaron las prácticas médicas en enfermos, disminuidos mentales y personas consideradas “genéticamente defectuosas”, dentro de los cuales se incluía a los hombres del triángulo rosa. Fueron entonces destinados a la experimentación científica, la prueba de la “cura” de la homosexualidad y, en muchos casos, la castración.
Por supuesto que la vida en los campos estaba ligada a numerosos castigos y formas de humillación. Como otros presos, los homosexuales estaban sometidos a la falta de comida, abrigo, descanso, higiene y el desarrollo de múltiples enfermedades, y convivían con innumerables degradaciones, tales como, por ejemplo, que se debían identificar como “Párrafo 175” o apelativos más directos y humillantes que reconocían públicamente su condición sexual, y la explicitaban una y otra vez delante de los demás. Eran permanentemente objeto de burla y crueldad por parte de los guardias SS y de varios de sus propios compañeros.
El profesor Yehuda Bauer estableció en 2010 que entre 1933 y 1945, 50.000 homosexuales fueron arrestados, 15.000 fueron llevados a campos de concentración y 5.000 fueron asesinados.

El Después
La división de Alemania en República Federal y República Democrática no cambio el status quo de la legislación en contra de los homosexuales. El párrafo 175 siguió vigente en ambos países. En la República Federal Alemana se modificó en 1969 el artículo, dejando únicamente castigadas las relaciones con menores de 21 años.
A partir de 1990, con la unificación de las dos Alemanias, el Parlamento tuvo que decidir entre eliminar el artículo 175 o extender su validez a los nuevos estados. El 11 de junio de 1994 se decidió eliminar el artículo 175 del código penal. Luego, el 17 de mayo de 2002 el Parlamento decidió la ampliación de la Ley de Abolición del Nacionalsocialismo. Con esta reforma se anularon las sentencias contra los homosexuales durante el Tercer Reich.
Ninguno de los hombres que tuvieron en sus ropas un triangulo rosa tuvo alguna compensación económica por lo sufrido en los campos de concentración.
El 1 de octubre de 2017 se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en Alemania.

Testimonios
Las restricciones legales a los derechos de los homosexuales luego del Holocausto y el temor a ser arrestados nuevamente propició el silencio de muchos de los sobrevivientes del hostigamiento nazi. Este es el caso de Rudolf Brazda, que decidió dar testimonio en 2008 a partir de la presentación del memorial a los “Homosexuales perseguidos en el Holocausto” en Berlín.
“Si finalmente hablo, es para que la gente sepa lo que nosotros, los homosexuales, tuvimos que soportar en los días de Hitler … no debería volver a suceder”.
Rudolf Brazda hijo de dos inmigrantes checoeslovacos, nació el 26 de junio de 1913 en Brossen, parte de la moderna ciudad alemana de Meuselwitz. Allí encontró una atmósfera tolerante y se hizo amigo de otras personas homosexuales y lesbianas en clubes locales y casas de reunión.
A pesar de la legislación perjudicial vigente, había poca discriminación en ese momento y Rudolf podía ser abierto sobre su sexualidad. A los 20 años, conoció a Werner en una piscina, un hombre que pronto se convertiría en su primer novio.
En 1937, Rudolf fue arrestado por primera vez bajo el cargo de «libertinaje entre hombres». Las cartas de amor y los poemas que había escrito a su pareja se usaron en su contra para arrestarlo.
Werner, que se había alistado en el Ejército, también fue arrestado y los dos pronto perdieron el contacto. Rudolf cumplió una condena de seis meses antes de ser deportado a Checoslovaquia.
Aunque era ciudadano checo, no estaba familiarizado con el país ni sabía el idioma, por lo que se mudó a los Sudetes de habla alemana, donde encontró trabajo como techador.
En poco tiempo, los nazis habían invadido la región. Fue arrestado nuevamente en 1941 y obligado a cumplir otros 14 meses de prisión.
En agosto de 1942 fue deportado al campo de concentración de Buchenwald. Allí, se le asignó el número de prisionero 7952 y se vio obligado a usar un triángulo rosa. Estuvo sujeto a trabajos forzados y permaneció allí durante 32 meses. Evitó ser llevado a “las marchas de la muerte” hacia otro campo ya que su kapo lo escondió. Fue liberado por las fuerzas estadounidenses el 11 de abril de 1945.
Después de su liberación del campo, Rudolf Brazda cruzó la frontera hacia Alsacia, Francia, donde se convirtió en ciudadano francés en 1960. En la década de 1950, conoció a su compañero de vida, Edouard Mayer, en un baile de disfraces. Los dos permanecieron juntos durante casi medio siglo. Después de que Mayer resultara herido en un accidente laboral, Rudolf lo cuidó durante 30 años hasta su muerte en 2003. Rudolf Brazda murió a la edad de 98 años, en Bantzenheim, Francia.

Joseph Kahout fue el prisionero Nº 1896 del bloque 6, en el campo de concentración de Flossenburg, en Baviera, cerca de la frontera checa. A los 24 años, fue arrestado en Viena como un forajido homosexual después de que la Gestapo obtuvo una fotografía que le había escrito a otro joven prometiendo «amor eterno».
El 24 de abril de 1945, ante la llegada de las fuerzas aliadas, el campo fue evacuado y Josef fue obligado a realizar la marcha de la muerte hacia el campo de concentración de Dachau. Unos días más tarde fue puesto en libertad cerca de Chaim. Este es el testimonio que brindó en 1990:
“Muy poco se ha escrito sobre el hecho de que, junto con los millones de seres humanos que Hitler aniquiló cruelmente por motivos raciales, cientos de miles de personas fueron torturadas con sadismo hasta la muerte por el mero hecho de tener sentimientos homosexuales. Muy pocos han dado a conocer, hasta ahora, que la locura de Hitler y sus acólitos no iba dirigida solamente contra los judíos, sino también contra nosotros los homosexuales, en ambos casos con el propósito de la “Solución final “, el aniquilamiento absoluto de estos humanos. Que nunca sean olvidadas estas multitudes de muertos, nuestros anónimos inmortales mártires”.
Joseph Kahout regresó a Viena, donde murió en 1994.