Al menos 14 personas han muerto en ataques y enfrentamientos registrados en Irak en la víspera del tercer aniversario de la invasión de Estados Unidos. El ex primer ministro iraquí Iyad Alaui afirmó que su país se encuentra sumido en una guerra civil, intentando ignorar su condición de país invadido por una potencia extranjera.
Los bandos enfrentados de dicha guerra serían los chiítas (con una mayoría del 60% en el país) y los sunítas (un 30% que tuvo el poder durante el régimen de Sadam). ¿Y los estadounidenses no cuentan?
Para los aliados, Estados Unidos y Reino Unido, no hay guerra civil y la violencia procede de los llamados «insurgentes», que fueron el objetivo de un nuevo ataque militar lanzado por Estados Unidos esta semana, la mayor ofensiva aérea desde la invasión de 2003, según su propia definición.
El secretario de Defensa británico, John Reid, aseguró ayer que «no hay una guerra civil» y que «ni es inevitable ni inminente».
En la madrugada del día 20, se cumplieron 3 años del primer ataque aliado sobre Irak, el inicio de la invasión que en 3 meses derribó a Saddam Hussein.
8 de los 14 muertos perdieron la vida en la ciudad de Ad Doluiya, a 90 kilómetros al norte de Bagdad, ocurrió tras un enfrentamiento entre un grupo de hombre armados y soldados estadounidenses en la zona.
El tiroteo, que duró unos 90 minutos, siguió a un ataque con bomba contra una patrulla militar norteamericana en una carretera de esa localidad, explicaron fuentes de la Oficina de Coordinación iraquí-estadounidense. Sin embargo, no hubo bajas estadounidenses.
Sí murieron, por ejemplo, un niño de 13 años y sus padres, asesinados por los soldados estadounidenses que entraron en su casa, informó la Policía iraquí.
En Mosul, a 420 kilómetros al norte de la capital, un grupo de la Resistencia atacó con fusiles y lanzagranadas a los miembros de una patrulla de policía en esta ciudad y mató a 2 agentes y 1 civil.
2 ataques con bombas fueron cometidos también en la ciudad rebelde de Baquba, al noreste de Bagdad, y ocasionaron la muerte de 1 policía y heridas a 12 personas, entre ellas una mujer.
Explosiones similares causaron la muerte de 2 policías en el oeste de Bagdad, donde han sido encontrados, además, los cadáveres de 4 personas asesinadas y con señales de haber sido torturadas.
El secretario de Defensa americano, Donald Rumsfeld, aseguró en un artículo publicado en ‘The Washington Post’ que “los terroristas están perdiendo” en Irak y descarta tajantemente que sus tropas abandonen el país porque “es el momento para el empeño, no para la retirada”.
«Dar la espalda a la posguerra iraquí, hoy, sería el equivalente moderno de devolver la Alemania de posguerra a los nazis. Si nos retiramos ahora, a todas luces los sadamistas y los terroristas van a llenar el vacío y el mundo libre tal vez no tenga la voluntad de enfrentarse a ellos de nuevo. Dar la espalda hoy al Irak de posguerra sería el equivalente moderno de entregar la Alemania de posguerra a los nazis», aseguró Rumsfeld en su tribuna.
«Supondría una vergüenza tan grande como si hubiéramos pedido a las naciones liberadas de Europa oriental que volviesen bajo el dominio soviético porque sería demasiado difícil o duro, o no teníamos paciencia suficiente, para colaborar con ellas mientras construían países libres» afirmó.
«Lo que tenemos que entender es que la mayoría abrumadora del pueblo iraquí quiere que la coalición (de fuerzas multinacionales) tenga éxito», afirmó Rumsfeld y añadió que los iraquíes «quieren un futuro mejor para sí mismos y para sus familiares».
«Vale la pena recordar todo esto en este aniversario de la Operación Libertad Iraquí», concluye el Secretario de Defensa. En efecto, se cumplen tres años del inicio de la guerra que desembocó en la caída del régimen de Sadam Husein y la ocupación liderada por Estados Unidos. En este tiempo la violencia ha marcado la vida del país, ya sea por los atentados terroristas de corte islamista o por los choques entre las distintas etnias que pujan por ocupar el poder.
