Argentina:

Aprobaron el feriado del 24 de marzo

La Cámara de Diputados convirtió en ley, en la madrugada del 16 de marzo de 2006, un proyecto que impulsaba el Gobierno y que declara feriado nacional inamovible el 24 de marzo, en conmemoración del golpe de Estado que en 1976 derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón. La propuesta fue aprobada luego de un largo debate en el Senado que posteriormente se trasladó a la Cámara baja. En Diputados, la iniciativa se aprobó por 123 votos favorables, 36 votos en contra y 11 abstenciones.

El senador nacional Miguel Ángel Pichetto argumentó: “El 24 de marzo debe ser uno de los días más negros de la República Argentina. Se inició un nefasto proceso (…) que no fue un hecho casual, fue planeado. Se han cometido delitos de lesa humanidad. El sentido común hubiera impuesto un diálogo previo con los distintos organismos de los Derechos Humanos para saber lo que piensan, para entender su punto de vista. Lastimosamente, y no fue un fin querido por el gobierno nacional, las aguas están dividas”.
La senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner sostuvo, con su estilo combativo: “Los argumentos que he escuchado que no se puede festejar el 24 de marzo están mal armados, porque habla de que los feriados son solo de festejos”.
La primera dama continuó, “Perdón, ¿pero no tenemos un 17 de agosto que es la muerte del Padre de la Patria? El viernes Santo, en definitiva que es la muerte de Jesucristo. Está mal que se utilice un artilugio semántico, para no estar de acuerdo, es un ejercicio poco valiente (…) Si alguien tiene dudas sobre esta necesidad, le recomiendo un ejercicio: miro quiénes están del otro lado con la propuesta alternativa y estoy absolutamente segura de que no estoy equivocada”.
“Muchas veces me enojo y discuto muy fuerte -reconoció la senadora- pero creo que hay cosas sobre las que no deberíamos discutir, ¿o alguien está contento de la muerte de San Martín o los católicos de la muerte de Jesús ( y creo que escuché un discurso místico por ahí”, culminó.
La iniciativa había sido rechazada por los partidos de oposición y por importantes referentes de los organismos de Derechos Humanos, que consideran que esa fecha no debería recordarse con un día no laborable.
La Cámara de Diputados aprobó la ley al final de un maratónico debate y sobre la base del respaldo de la mayoría oficialista de ese cuerpo, que rechazó un pedido de ARI para aprobar un proyecto de ley de derogación de los indultos a las juntas militares, propuesto por la diputada Patricia Walsh.
En la Cámara alta, la declaración del feriado nacional fue aprobada por 34 votos en favor, 17 en contra y 4 abstenciones de peronistas disidentes.
El presidente Néstor Kirchner puso en juego todo su poder para conseguir la sanción de la ley en tiempo récord (el proyecto ingresó el viernes en el Senado) al punto que transmitió en persona la orden a sus bloques parlamentarios. El apuro se explica en que el Gobierno quiere que el próximo 24, cuando se cumplan 30 años del golpe, sea feriado.
El operativo incluyó, además, una fuerte presión sobre los organismos de derechos humanos que dependen de los subsidios oficiales a cargo del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien logró la adhesión a la iniciativa de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y recibió el inicial rechazo que había manifestado Madres-Línea Fundadora.
El debate en la Cámara alta tuvo su momento de tensión cuando el radical independiente Rodolfo Terragno (Capital) equiparó a Kirchner con el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla, al recordar que el dictador “mezcló los feriados con los días de conmemoración”, al incluir en la ley 21.329 como días no laborables las fechas de los fallecimientos de José de San Martín y Manuel Belgrano y el Viernes Santo. “Con igual displicencia, el actual presidente democrático ha tomado la ley de Videla y nos propone incorporarle un nuevo feriado”, sentenció.