Fuerzas israelíes con topadoras y tanques sitiaron una cárcel en Jericó de donde sacaron a decenas de presos y guardias y capturaron a un grupo de terroristas involucrados en el asesinato del ministro israelí Rejavam Zeevi en el 2001.
La incursión en Jericó dejó tres palestinos muertos.
Luego de esta acción del Ejército de Israel, palestinos furiosos atacaron oficinas vinculadas con Estados Unidos y Europa en Gaza y Judea y Samaria, incendiaron el Consejo Británico y secuestraron a nueve extranjeros. Las agencias de ayuda internacional retiraron a su personal extranjero de los territorios palestinos.
Los palestinos culparon por la incursión a Gran Bretaña y Estados Unidos, que retiraron a sus supervisores de la cárcel poco antes del arribo de los soldados, y condenaron la operación como una acción (del partido Kadima) para ganar votos en las elecciones israelíes, a realizarse dentro de dos semanas.
La incursión se produjo luego que Abu Mazen anunciara que liberaría a terroristas encarcelados en Jericó que eran custodiados por Estados Unidos y Gran Bretaña y los palestinos. Luego del triunfo del Hamas se anunció que los terroristas serían liberados y así lo confirmó Abu Mazen.
Funcionarios israelíes dijeron que actuaron obligados por declaraciones recientes de funcionarios palestinos y dirigentes de Hamas acerca de planes para liberar a los prisioneros.
«No podríamos aceptar una situación en que asesinos circularían en libertad en lugar de estar encerrados», dijo el vocero de la cancillería israelí Mark Reguev.
Los blancos principales de Israel eran Ahmed Saadat, dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina, que ordenó el asesinato del ministro de Turismo israelí Rehavam Zeevi, y cuatro terroristas acusados de perpetrar el crimen. Saadat fue elegido para la legislatura palestina, en enero pasado.
Los soldados rodearon la cárcel durante casi 10 horas, derribaron muros con topadoras y disparos de sus tanques. Sacaron del edificio a decenas de guardias y presos, los registraron y les vendaron los ojos.
Los prisioneros buscados fueron los últimos en entregarse. Saadat y los otros salieron en fila india. Saadat, de pelo gris, bajó la vista al salir lentamente y no alzó los brazos en señal de rendición como hicieron otros.
Israel también se llevó a Fuad Shobaki, autor intelectual de un envío ilegal de armas a la Autoridad Palestina hace varios años, y otros 15 terroristas, dijo el mayor general Yair Naveh, jefe del comando central israelí.
El vocero del gobierno israelí Raanan Guissin dijo que los prisioneros serán juzgados.
El presidente palestino Mahmud Abbas dijo que Gran Bretaña y Estados Unidos eran responsables de la incursión en la cárcel de Jericó.
Luego de esta acción, en los territorios palestinos los extranjeros buscaban refugio desesperadamente mientras palestinos furiosos lanzaban una ola de secuestros en protesta por la incursión israelí.
Nueve personas fueron secuestradas y se incendiaron oficinas de instituciones occidentales.
El Comité Internacional de la Cruz Roja y la Agencia de Alivio y Obras de la ONU dijeron que retiraban temporalmente su personal de Cisjordania y Gaza.
En Judea y Samaria, palestinos armados secuestraron a un profesor estadounidense de la Universidad Americana en Jenín y amenazaron con matarlo; a pesar de ello, el docente fue liberado horas más tarde.
Jornada de huelga general
Los habitantes palestinos de Cisjordania y la franja de Gaza están llevando una huelga general de protesta por el asalto del Ejército israelí contra la cárcel palestina en Jericó, donde detuvo a docenas de miembros de grupos radicales.
Negocios y escuelas a lo largo de los territorios palestinos permanecen cerrados como consecuencia del paro, convocado por distintas organizaciones y facciones palestinas.
«Las facciones palestinos convocaron una huelga general a lo largo de los territorios palestinos para condenar el secuestro de (Ahmed) Saadat -cerebro del plan que terminó con la vida de un ministro israelí en 2001-, la agresión israelí y el asesinato de palestinos», informó un delegado palestino citado por la BBC.
Por su parte, el líder del Likud, ‘Bibi’ Netaniahu afirmó que “una operación exitosa no cambia el hecho de que Ehud Olmert está planeando entregar 95% de Judea y Samaria”.
Según Netaniahu, que se reunió con Moshé Arens, Dan Shomron y con Yaacov Amidror “el plan estratégico de Olmert es erróneo y peligroso, y este es el tema que el público israelí votará. Cada votante debe preguntarse a sí mismo si apoyará esta gran retirada”.