El presidente iraní dijo que los países de Occidente sufrirán más que Irán por impedirle desarrollar su tecnología nuclear, un día después de que se decidió denunciar a Teherán ante el Consejo de Seguridad de la ONU por no congelar su polémico programa atómico.
«Los países occidentales saben que no son capaces de infligir ni el más leve golpe a la nación iraní, porque necesitan a la nación iraní. Ellos sufrirán más y son vulnerables», dijo Ahmadineyad en un discurso en el oeste de Irán, citado por la agencia de noticias semioficial del país, Irna.
También el líder religioso supremo del país, Ali Jamenei, confirmó que su país resistirá «como el acero a toda presión o conspiración». El ayatolá, que maneja muchos de los hilos de la política iraní y vela por la pureza islámica, hizo una llamada a la unidad nacional para continuar por la senda tecnológica, lo que incluye la «ingeniería nuclear».
Por su parte, el director general del AIEA, Mohamed El Baradei, trató de mantenerse alejado de la escalada dialéctica entre Irán y los Estados Unidos y expresó su deseo para que todas las partes «mantengan la calma y reduzcan la retórica».
Nicholas Burns, número tres de la diplomacia estadounidense, anunció que el «lunes o el martes» comenzará en Nueva York un «debate muy animado» sobre las ambiciones nucleares del país de los ayatolás. Burns añadió que si Teherán no reacciona a «las palabras», la comunidad internacional deberá considerar «la posibilidad de sanciones».