Lo cierto es que la dirigencia de la comunidad judía en la Argentina prefirió ser cautelosa respecto a las acusaciones que hiciera Memoria Activa contra el gobierno nacional ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington.
Jorge Kirszenbaum, Presidente de la DAIA dijo -al diario ‘La Nación’- que «nosotros no advertimos políticas oficiales para desactivar el impulso en la investigación de la causa del atentado contra la AMIA. Creemos que el gobierno nacional está desarrollando adecuadamente su función para investigar el atentado contra la mutual judía. No queremos entrar en discusiones políticas y tampoco queremos desviar el objetivo procesal de la causa, que debe estar dirigido contra los terroristas que volaron la mutual judía en vez de investigar a funcionarios del gobierno nacional».
Nada mencionó Kirszenbaum, por ejemplo, sobre la ausencia de las muestras de ADN de los hermanos Berro en los Estados Unidos, por demás demoradas a esta altura, y que Nisman informara que se harían cuando informó, casi espectacularmente, la identificación del supuesto conductor de la Trafic.
Luis Grynwald, Presidente de la AMIA, se diferenció de la DAIA aclarando que lo dicho por Memoria Activa en Washington «no es una acusación contra el presidente Néstor Kirchner. Es una dato de la realidad. La investigación es lenta».
¿Será Grynwald, tal vez, también querellado por el Ministro Iribarne, a partir de estas declaraciones?
«Para comprobar esta realidad hay que remitirse a lo que sucedió con las investigaciones de los atentados terroristas de Londres, de Madrid y lo sucedido en las Torres Gemelas, prosiguió Grynwald. Acá, en la Argentina, todavía no podemos decir lo mismo».
«Hace 12 años que en la causa AMIA hay injusticia. Este es un dato de la realidad» sentenció el titular de la AMIA.
Mientras tanto, el gobierno del Presidente Kirchner rechazó las críticas de los familiares agrupados en Memoria Activa aclarando a la prensa que «se cumplió con el acta» que se firmó entre el Estado y los familiares.
Memoria Activa dejó instalada a través de su presentación una serie de interrogantes que sería bueno que el Gobierno respondiera. Solo eso podría responder a las preguntas irresolubles, por ahora, planteadas por Memoria Activa -incluso más allá de estar de acuerdo, o no, con la existencia de la Trafic como móvil de la explosión-.
