¿Liberación de la esclavitud o de la cautividad?

Dany Goldman nos aporta sus reflexiones para este Pesaj tan diferente, que da lugar a nuevos aprendizajes
Por Daniel Goldman

Quiero ser breve a pocas horas de comenzar  la festividad de Pesaj, conmemoración en la que celebramos la liberación de los  judíos del mítico Mitzraim.

En esta brevedad, considero que amerita reflexionar en la controversia entre “ser esclavos” y “ser cautivos”. A este tema hace referencia Tzvi Bar Itzjak cuando dice: “El esclavo carece de capacidad en diferenciar entre tiempos sagrados y profanos, ya que el centro mismo de la esclavitud es la imposibilidad de disponer de sus tiempos, o sea que el objeto del esclavo es la exclusiva dependencia al trabajo y al bien material, porque finalmente es empujado y obligado a interesarse de manera impar en creer que eso es lo único existente en el universo. En cambio el cautivo, si bien es consciente de los períodos, las fases y las etapas, no tiene otra posibilidad que la de depender exclusivamente de un sistema poderoso que dispone de su ser como sujeto”.

Un ejemplo simbólico es el de aquel que para cumplir su suerte de subsistencia está conminado a viajar en ese tren,  consciente de la precariedad de las condiciones del transporte, a tal  punto que siendo sabedor del riesgo que corre su vida, se ve imposibilitado de encontrar alternativa y de trasladarse de otra manera. Ese es considerado un cautivo. Y aunque la distinción entre ambos es muy sutil, la posibilidad de reflexionar en la diferencia preexiste de un modo hondo y profundo.

Aquí vale la pena remitirnos a Abraham Joshua Heschel uno de los encumbrados teólogos del Siglo XX, cuando hace referencia a la tradición judía como la “religión del tiempo”, teniendo preeminencia sobre las  llamadas “religiones del espacio”. Heschel entiende que la celebración genuina es de manera metafórica “la acción de construir palacios en el tiempo”. Presumo que “tiempo” y “cautividad” ciertamente están  entramados. Del mismo modo que “logos” y “celebrar”.

La exégesis clásica hebrea ha tomado el  motivo de la libertad como el elemento esencial de esta conmemoración. Pero las diversas escuelas de pensamiento han jugado con la diferencia, interpretando las distintas variantes y aristas del dinámico péndulo que se mueve, en la argucia, entre la esclavitud y la cautividad.  Cada una tuvo en cuenta el lugar y la circunstancia histórica a atravesar. Por lo tanto la glosa de nuestro tiempo, al verse reflejada en el arquetipo de un relato antiguo al que va añadiendo y bosquejando su propia identidad, nos indaga en una construcción de sentidos que arranca de la eterna, proverbial y mítica pugna por  quebrar cadenas y desatar nudos que alienan al ser humano.