Los niños, entre 8 y 12 años, quemaron banderas de Estados Unidos, Israel y Dinamarca en el centro de la ciudad de Karachi mientras la Policía antidisturbios los vigilaba y no se entrometía.
La manifestación fue organizada por el principal grupo islámico de Pakistán, Jamaat-e-Islami.
Los niños, algunos de ellos vestidos con uniformes escolares y con cintas para el pelo con el lema «Dios es grande», recibieron permiso de sus colegios para participar en dicha manifestación política.