Tensión tras ataque a líder iraní

Al asesinar en Irak al influyente líder militar iraní Qasem Soleimani, Estados Unidos dio otro paso en su conflicto con Teherán, que ya prometió vengarse, y anuncia una escalada de la tensión en Medio Oriente que corre el riesgo de desencadenar una guerra mucho más amplia por el control de la región.

Qasem Soleimani, comandante de la fuerza Al Quds, la unidad de elite a cargo de las operaciones iraníes en el exterior, murió en un ataque con drones ordenado por Trump en el aeropuerto de Bagdad, según confirmó el Pentágono. Este veterano y poderoso militar era considerado como el líder persa más influyente después del ayatolá Alí Jamenei. Por eso, el asesinato de Soleimani representa mucho más que matar a un general. Al tratarse de un golpe de los más fuertes posibles sin atacar directamente Irán, es casi imposible que el régimen islámico no responda.
Apenas se conoció la noticia, miles de iraníes pidieron la «muerte a Estados Unidos e Israel», y prendieron fuego las banderas de ambos países. Por su parte, los iraquíes que rechazan la excesiva influencia iraní en el gobierno de Irak salieron festejar en la plaza Tahrir, de Bagdad.
El ataque norteamericano se produjo en el marco de la escalada de los últimos meses de provocaciones mutuas. Tras la decisión adoptada por Trump en mayo de 2018 de retirar a EE.UU. del acuerdo nuclear firmado por Obama y las duras sanciones económicas, Teherán volvió a recurrir al uso de milicias aliadas que le hagan el trabajo sucio y le permitan evitar las represalias directas. En este caso, la milicia chiita Kataeb Hezbollah. Pero todo indica que la reacción de Washington fue más lejos de lo que Teherán esperaba.
Pocos días antes del ataque a Soleiman y su comitiva, milicianos proiraníes asaltaron la embajada estadounidense en Irak tras un bombardeo de las fuerzas de Washington a la guerrilla Khataib Hezbollah que dejó 25 muertos. De hecho, en el ataque norteamericano también murió Abu Mahdi al-Muhandis, el principal hombre de Irán en Irak desde su cargo de líder del ala política de las Unidades de Movilización Popular Iraquí y jefe del mencionado grupo paramilitar Khataib Hezbollah.

 

“Mártir viviente de la revolución”
El general Soleimani era además de un líder militar una figura popular venerada en Irán, que desde 1998 dirigía la acción exterior del régimen islámico al mando de la fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria. Desde ese puesto, se encargó de potenciar el eje de influencia chiita en todo Medio Oriente.
Soleimani llegó a ser calificado como “el mártir viviente de la revolución” por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien anunció tres días de duelo tras el atentado norteamericano.
Qasem Soleimani se destacó en la larga guerra de Irán contra Irak en la década del ‘80 para luego tomar control de la unidad responsable de las campañas expedicionarias de la República Islámica. Más recientemente, influyó en la guerra civil siria, al aglutinar a milicias y potencias regionales, incluida Rusia, en torno de la defensa de Bachar el Asad.

 

Disidencias en el Congreso de EE.UU.
El asesinato de Soleimani provocó de inmediato divisiones claras en el Congreso norteamericano. Los aliados de Trump celebraron el ataque en Bagdad como una restauración de la disuasión de Estados Unidos después de que el presidente se negara dos veces a atacar a Irán a medida que aumentaron las tensiones. «Aprecio la audaz acción del presidente Trump contra la agresión iraní», dijo el senador Lindsey Graham, un republicano que presionó sin éxito los ataques contra Irán en junio después del derribo de un avión no tripulado de vigilancia estadounidense sobre el Golfo de Omán.
Por su parte, los demócratas temen que la crisis escale a un conflicto regional más amplio sin la aprobación del Congreso. El presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Eliot Engel, demócrata de Nueva York, dijo que el ataque no estaría cubierto por ninguna autorización militar existente. «El régimen y sus aliados tienen un alcance global que pueden usar para buscar represalias por este ataque, poniendo en peligro la vida de los estadounidenses en todo el mundo», dijo Engel. Y agregó que «ahora estamos nuevamente al borde de la confrontación directa en Medio Oriente».
Cabe consignar que recientemente los legisladores retomaron la actividad en el Capitolio tras las vacaciones, a la espera de que los demócratas entreguen al Senado los artículos del impeachment para que arranque el juicio por la destitución del presidente Donald Trump.