Guasón

Payasos

¿Es Joker el mensaje de un desesperado? ¿Tiene un mensaje? ¿Llega a tiempo o es demasiado tarde? La Gótica que presenta el film de Haynes es muy parecida a la Nueva York de los años ‘80, y a la Latinoamérica de 2019.
Por Pablo Gorodneff

“¿Nunca te diste la vuelta para mirar los ceños fruncidos de los payasos y los malabaristas que hicieron trucos para vos?”
Bob Dylan – “Like a rolling stone”

¡Santa Pastafrola con membrillo!
El primer Guasón puesto a consideración del público fue el protagonizado por César Romero en aquel icono del arte pop que fue la serie Batman, de la cual se filmaron entre 1966 y 1968 un total de 120 capítulos. Conviven en esos años la Guerra Fría y el Flower Power, la crisis de los misiles en Cuba, el desembarco de miles de soldados norteamericanos en Vietnam y también la llegada de los Beatles a Estados Unidos.
Romero, que se decía descendiente directo de José Martí por línea materna, encarnó a un Joker sin pasado visible, con escasos dilemas morales, y cuyo propósito era hacer alguna travesura, conseguir algo de dinero para mantener a una corte de inútiles, y molestar al Hombre Murciélago. La serie era colorida y familiar: era usual verlo al Joven Maravilla tomando un vaso de leche y a ambos superhéroes aconsejar a los niños hacer su tarea para el colegio. El mismo tono tuvo la película derivada: en ella, el Guasón junto a otros archi-villanos invitados, deshidratan a los líderes mundiales y los convierten en polvo de colores, con tanta mala suerte que por un accidente se les mezclan los polvos y por lo tanto los líderes. A través de la elaboración de un complejo filtro, Batman logra devolverlos a su estado natural, pero algo queda y cada uno adquiere usos y costumbres de un país que no es el propio. Sobre el final, Batman y Robin reflexionan sobre las posibilidades de un mundo mejor.

De regreso, Jack
En junio de 1989 se estrenó Batman, de Tim Burton, y en noviembre cayó el Muro de Berlín. Cuando el director reclutó a Jack Nicholson, la suerte del nuevo Joker estaba sellada. Su Guasón, más allá del accidente que lo bautizó (un ladronzuelo de cuarta que se cae a un estanque lleno de ácido), es una reencarnación del mismo Nicholson: un personaje divertido, salidor, que arma una flor de fiesta en Ciudad Gótica al ritmo de la música tecno, con dólares lloviendo del cielo. Batman es su contracara: no sonríe, no hay una pizca de humor en su semblante. En general, es aburrido, resentido y meditabundo, solo despierta cuando ve la bati-señal en el cielo y cuando puede golpear a alguien. En aquel momento, Tim Burton dijo que tanto Batman como el Guasón encarnaban los lados oscuros de la libertad.

Las dos caras de la noche
“Solo hace falta tener un mal día para sumir a un hombre en la locura. Esa es la distancia que separa al mundo de donde estoy yo. Solo un mal día”. Así se justifica el Joker de Heath Ledger en El caballero de la Noche, dirigida por Christopher Nolan, que se estrenó el 14 de julio de 2008, en medio de una de las mayores crisis financieras globales de la historia, causada por la explosión de la burbuja de las hipotecas sub-prime, en la cual millones de familias perdieron sus hogares. Las líneas éticas y morales se borran, y en el centro quedan dos anarquistas disfrazados y violentos.

¿Quién es el payaso?
El 3 de octubre de 2019 se estrenó Joker en Chile. Pocos días después, el 6 de octubre, entró en vigencia un fuerte aumento del transporte público. Fue entonces que en señal de protesta cientos de jóvenes saltaron los molinetes del metro sin pagar, y la revuelta se extendió por todo el país.
Chile es uno de los países más desiguales de Latinoamérica: los estudios más recientes, hablan que el 1 % de los chilenos poseen el 30 % de la riqueza, mientras que el 50% más pobre vive con el 1% de la riqueza producida por el país. Su presidente, el empresario y doctor en Economía Sebastián Piñera es uno de las cinco personas más ricas de Chile. La revista Forbes le calcula una fortuna de alrededor de 2.200 millones de dólares. Como el personaje Bruce Wayne, “el filántropo multimillonario amigo de Gótica”, sus inversiones marcan todo el país. Su esposa Cecilia Morel entregó el guion de la revuelta. Al describirle vía whatsapp a una amiga la situación, la Primera Dama la comparó con “una invasión alienígena” para la que no tenían “las herramientas para combatirla”, ante lo cual aconsejó: “Mantengamos la nosotros la calma, llamemos a la gente de buena voluntad, aprovechen para racionar la comida, y vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás”. La aparición de decenas de jóvenes pintados como El Guasón fue la respuesta de quienes no quieren esperar el derrame capitalista que la esposa del primer mandatario le sugiriera a su amiga.

Si la historia la escriben los que pierden…
¿Es Joker el mensaje de un desesperado? ¿Tiene un mensaje? ¿Llega a tiempo o es demasiado tarde? La Gótica que presenta el film de Haynes es muy parecida a la Nueva York de los 80, y a la Latinoamérica de 2019. En la primera escena del filme, a este Guasón le pegan y roban otros tan pobres y desgraciados como él, y más tarde sus colegas lo estafan, su asistente social le avisa que la prestación se termina. Ante un mundo hostil, encuentra una opción: sacarse la correa y el bozal, ladrar, morder, y asustar.
Cerca del final, viaja en un móvil policial. Observa, algo melancólico, la ciudad que otros como él se encargan de incendiar. El fuego le da placer como a Nerón mientras ve incendiarse Roma. Los que no tienen esperanza no tienen futuro. En lugar de la lira suena White Room, de Cream, un poema de Pete Brown que cabalga sobre un blues eléctrico:

“esperaré en este lugar donde el sol nunca brilla;
esperaré en este lugar donde las sombras huyen de sí mismas.
Dormiré en este lugar con la multitud solitaria;
yaceré en la oscuridad donde las sobras huyen de sí mismas”.