Delicado equilibrio

El Presidente de Estados Unidos, George Bush, rechazó la violencia desencadenada por la publicación de caricaturas de Mahoma. "Pido a todos los gobiernos del mundo que detengan la violencia, sean respetuosos y protejan la propiedad y las vidas de los diplomáticos inocentes que sirven a sus países en el extranjero", declaró.

«Rechazamos la violencia como medio de expresar el descontento contra lo que puede haber publicado la prensa libre», afirmó Bush tras recibir al rey Abdalá de Jordania. A continuación, el dirigente matizó cuidadosamente su respeto a la libertad de expresión, al afirmar que ese derecho incluye «la responsabilidad de pensar en los demás». Enfatizó, entonces, que «cualquier cosa que vilipendie al profeta Mahoma o que ataque la sensibilidad de los musulmanes debe ser condenada».
La Casa Blanca trata de mantener, así, el equilibrio entre la defensa de la libertad de prensa, el rechazo a la violencia generada por las caricaturas, su incomodidad por la publicación de las viñetas y el apoyo al Gobierno danés. Algo más difícil, en este mundo de hoy, que caminar en la cuerda floja.