Destacando su «preocupación y aflicción» ante el asunto, Annan dijo: «Comparto la consternación de los amigos musulmanes que sienten que las caricaturas ofenden su religión. También respeto la libertad de expresión. Pero, por supuesto, la libertad de expresión nunca es absoluta. Conlleva responsabilidad y buen juicio».
El líder de la organización internacional aseguró desde la sede de la ONU en Nueva York que «lo importante es que el periódico que inicialmente publicó las ilustraciones se ha disculpado; urgiría a mis amigos musulmanes a aceptar las disculpas, en nombre de Alá, el misericordioso».
Consciente de que la tensión ha escalado alarmantemente en los últimos días, Annan pidió a «todo el mundo que no se tome ninguna medida que inflame esta situación ya difícil». «Espero que de ninguna forma se intente castigar a todo un grupo que nada tiene que ver con la acción de un periodista o un periódico. No debemos empañar la reputación de toda la nación de Dinamarca o de toda Europa por lo que ha pasado», concluyó.