Paternal, documental sobre la vida del curador de los Rollos del mar Muerto

“Una película sobre la pasión, no sobre la religión”

Con guion y dirección de Eduardo Yedlin, Paternal relata el periplo de Adolfo Roitman, oriundo del tradicional barrio porteño, quien desde 1994 se desempeña como director del Santuario del Libro del Museo en Jerusalén. Desde su rol de custodio de los manuscritos del Mar Muerto, este rabino y antropólogo formado en la UBA lucha por la concordia entre los pueblos, al difundir y analizar su contenido milenario.
Por Laura Haimovichi

El Santuario del Libro es un ala del vanguardista Museo de Israel, cerca de Givat Ram, en Jerusalén, donde se guardan los pergaminos conocidos como Rollos del Mar Muerto. Los rollos se descubrieron en unas vasijas enterradas en 11 cuevas de la zona de Qumrán, entre 1947 y 1956, y son los escritos bíblicos más antiguos hallados al día de hoy, precedentes de los documentos testamentarios del cristianismo.
Como los Rollos son muy frágiles, no se los puede exhibir al público en forma permanente: están depositados en una bodega híper custodiada y van rotando cada cierta cantidad de meses (de tres a seis) para que los visitantes puedan apreciarlos en unas vitrinas.
Hace unos años, viviendo en Israel, el realizador cinematográfico Eduardo Yedlin supo que el encargado de velar por esos documentos es un argentino como él, Adolfo Roitman, oriundo de La Paternal. YedIin investigó sobre los Rollos de dos mil años “y una vigencia asombrosa” y le escribió a Roitman para contarle su deseo de hacer un documental que lo pondría en el centro de la escena. Tres años después, Yedlin estrenó “con mucha alegría” la película Paternal, “retrato (fílmico) de un personaje que admiro”, de la que también es productor.
“Viví durante seis años en Israel, donde terminé la escuela secundaria y cursé estudios de fotografía y cine”, cuenta a Nueva Sion. “Provengo de una familia de (la comuna santafesina de) Moises Ville, donde pasé incluso algún verano, aunque no tuve una formación judía formal aquí. De hecho, aprendí hebreo en Tierra Santa, donde nació mi ligazón espiritual con lo judío”.
Pero, ¿qué fue lo que lo cautivó a Yedlin de Roitman? ¿Por qué decidió convertirlo en el protagonista de un documental que le llevó tres años de su vida? ”Esta es una película sobre la pasión, no sobre la religión. Y además del vasto conocimiento sobre historia antigua de Roitman, antropólogo graduado en la UBA y rabino, me cautivó su conexión con las cuestiones más terrenales. Tenemos casi la misma edad, vivencias disímiles, un profundo respeto por el prójimo, y una pasión desmedida por el fútbol”.

Aunque el tema de los pergaminos atraviesa la película como un símbolo de la paz entre los pueblos, y se incluye un periplo de Roitman por Brasil e Israel con fieles de distintos credos, Paternal comienza en las calles del barrio. Ahí, a pocas cuadras de la avenida San Martín, del abandonado cine teatro Taricco y de la Liga Israelita Argentina de Lucha contra la Tuberculosis, lugares emblemáticos de esta zona residencial del centro noroeste de la ciudad.

Un origen y un sentido

Paternal, cuyas raíces latinas se refieren al padre (pater: padre; inus: procedencia o pertenencia; y el sufijo al: relativo a) nos habla de un origen y un destino que le da sentido a la vida de Roitman, a su singularidad.
“Él vivió la mitad de su vida en Argentina, la otra en Israel, y es un viajero incansable, por eso quise mostrarlo ‘en el camino’…”, aporta Yedlin, por cuyo guion, escrito durante más de un año, obtuvo una declaración de interés en el INCAA. Según la Ley de Cine, ese reconocimiento debería haberse traducido en dinero, algo que no ocurrió. “Incumplieron con su función primordial que es fomentar la producción de nuestro cine”, se lamenta. Y recurre a sus dos nombres “para un chiste no muy bueno:
Eduardo, el director, le pide cosas a Abraham, el productor, y no se ponen de acuerdo”. Pero la realidad fue diferente, ya que, pese a las dificultades, la película se materializó. “Conseguí financiación externa que devolveré en cuanto cumplan con el subsidio”, aclara Yedlin.
En el documental, el doctor Roitman sorprende “tanto por su energía y conocimiento, como por el registro de sus muchos y disímiles oyentes, desde los judíos más conservadores hasta los Legionarios de Cristo, y variadas vertientes de los Adventistas, todos interesados en los Rollos”, señala el realizador de Paternal.
Algunas perlas: la ternura con la que la madre de Roitman, una señora muy mayor, habla en idish de su hijo, el religioso que pasea a su bebé por las veneradas calles de Jerusalén con un revolver en el cinto, Roitman recorriendo el barrio donde se crió, evocando a Maradona en Argentinos Juniors y comparando el fútbol con la religión.
-¿Qué espera que le suceda al espectador?
-El judaísmo, como el mundo entero cambió, al volverse más materialista y menos interesante. Lo que espero es que la película, que se estrenó el 5 de setiembre con la presencia generosa de Roitman, despierte en quienes la vean algo de reflexión y un profundo deseo de volver a las fuentes.

En breve, mientras Paternal gire por el interior del país y se proyecte en algunos destinos internacionales, Yedlin terminará de filmar con el director Guillermo Canton “Dos Gringos” la historia de Eduardo Sal Lari, sobre la empresa argentina de autos de bajo costo derivados del Citroën. También escribe un guion que espera filmar en 2020: la historia de Sarmiento.