En un multitudinario encuentro ofrecido en la provincia meridional de Sistán-Beluchistán, Mahmud Ahmadineyad insistió en su desafío a la comunidad internacional -y al pueblo judío en particular- al reafirmar que su país no retrocederá ni un ápice en sus ambiciones nucleares.
«Ellos -por los europeos- han creado un mito en nombre del Holocausto judío y los consideran por encima de Dios, la religión y los profetas», afirmó el mandatario.
«Si perpetran este gran crimen, entonces ¿por qué obligan a los oprimidos palestinos a pagar el precio? Deben ser ustedes los que asuman la responsabilidad», recalcó Ahmadineyad en alusión a Occidente.
«Esta es nuestra propuesta: entréguenle una parte de su propia tierra en Europa, en Estados Unidos, Canadá o Alaska, donde los judíos puedan establecer su país», insistió.
El Presidente iraní afirmó, además, que los países occidentales «saben que cualquier cambio en Palestina cambiará la situación política, económica y cultural, de ahí que apoyen las acciones más malvadas del régimen sionista».
En declaraciones concedidas a la agencia internacional France Presse, un vocero del Ejecutivo israelí, Raanan Gissin, respondió que «nunca jamás habrá una segunda solución final»‘, en referencia al Holocausto.
«Esperamos que el mundo comprenda que las declaraciones extremistas, la naturaleza de este régimen, y sobre todo el programa nuclear iraní y el apoyo de este país al terrorismo internacional no sólo suponen un peligro para Israel, sino también para el conjunto de la civilización occidental», afirmó Gissin.
«Israel es la tierra del pueblo judío y lo será siempre, le guste o no al presidente iraní», insistió el vocero de Ariel Sharón.
Las nuevas declaraciones de Ahmadineyad llegan después de que, el pasado día 8, sugiriese que Austria y Alemania deberían ceder parte de su territorio para «la instauración allí de un Estado israelí».
«Alemania admite haber matado a los judíos. Por qué este país, junto a Austria, no conceden un par de sus provincias al régimen sionista para instaurar un gobierno que todos los europeos aceptan y que resolvería el problema para siempre?» se preguntó, entonces, Ahmadineyad.
Al día siguiente, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó los comentarios de Ahmadineyad y recordó a Irán que justamente hace un mes la Asamblea General aprobó una resolución que «niega cualquier rechazo del Holocausto como acontecimiento histórico, ni completa ni parcialmente.