«Estados Unidos puede participar en la licitación internacional para la construcción de la planta atómica de Irán si se respetan los estándares básicos y de calidad», afirmó el portavoz de la cancillería Hamid Reza Asefi.
Asefi se refería, al parecer, a la planta hidroeléctrica atómica de 360 megavatios, cuya construcción fue anunciada por el jefe de la agencia atómica iraní.
Irán también desea producir 2.000 megavatios de electricidad mediante la construcción de plantas de energía nuclear con ayuda extranjera.
Se ignora cómo reaccionará Estados Unidos ante la propuesta iraní. Washington también ha impuesto sanciones unilaterales a Irán, lo cual impide que empresas estadounidenses dispongan de vínculos comerciales con Irán.
Estados Unidos también sostiene fuertes presiones contra el régimen de Teherán, acusándolo de intentar comenzar un programa de armas nucleares y de respaldar a grupos terroristas contrarios a la existencia de Israel.
Irán, que ha negado tener toda intención de fabricar armas atómicas, empezó a demostrar su poderío, este domingo 11 de diciembre, al poner en actividad un nuevo submarino como cierre de sus últimas maniobras militares de tres días realizadas en el sur del país.
El Ghadir es el segundo submarino que se construye en Irán, puede disparar cohetes y torpedos simultáneamente.
