Allí, en Dinamarca, se juntaron, entre 6 al 10 de noviembre, 300 periodistas de 50 países, para analizar durante 4 días las cosas que están ocurriendo en el ámbito deportivo y que afectan el uso que se le debería dar como un ámbito de formación ética e integral de grupos e individuos.
Mario Goijman -quien fuera Presidente del Club Náutico Hacoaj y de la Federación Argentina de Voleibol (FAV), además de máximo responsable de la organización del Campeonato Mundial de Voleibol Argentina 2002- expuso acerca de la experiencia de lo ocurrido cuando sufriera el ataque del Presidente de la Federación Internacional de ese deporte (la FIVB), el mexicano Rubén Acosta, bajo cuyo mandato -se comprobó- se falsificaron los balances de dicha organización internacional liberándose de sus arcas -a los bolsillos de dirigentes inescrupulosos- unos 20 millones de dólares.
El dirigente argentino tuvo espacio para exponer su estrategia de lucha en la demanda penal que había iniciado en Suiza, sede de la FIVB, por este vaciamiento y cómo fue y continúa siendo víctima de una feroz represalia con agravios de todo tipo hacia su reputación y trayectoria.
Cabe recordar que Goijman fue tentado -en reiteradas oportunidades- a asumir posiciones de conducción en las entidades techo de la comunidad judeo argentina, y si bien su lucha (hoy) poco tiene que ver con los espacios comunitarios, Goijman llegó a Presidente de la Federación Argentina de Voleibol en calidad de representante de Náutico Hacoaj y nunca ocultó su identidad judía. En todo caso -como supo decir a Nueva Sión- “sigo discutiendo y peleando esta injusticia porque este tipo de luchas las heredé de la historia de mi pueblo en el que la justicia es una columna de la que uno no puede bajarse y llevo con orgullo”.
Goijman contó, también, que la justicia Suiza -al cabo de tres años de litigio- ordenó el procesamiento del Presidente de la Federación Internacional y de dos de sus colaboradores, a quienes juzgará -en un juicio oral y público- a partir del próximo 8 de marzo.
Los principales diarios internacionales destacaron la distinción otorgada por el jurado internacional de “Play the Game”, presidido por la escritora canadiense Laura Robinson y el Presidente de la Asociación Mundial de Periodistas.
Los argumentos estuvieron asentados en su perseverancia y coraje en la lucha contra la corrupción dentro de la órbita del deporte mundial.
Laura Robinson, al entregar el premio afirmó que “Mario Goijman tiene una visión del deporte que todos nosotros compartimos profundamente. Es un hombre de principios, y ética y vive según los valores de los que habla”.
‘Die Welt’ o el ‘Berliner Tageblat’ de Alemania, ‘Le Monde’ de Francia, ‘Le Matin’ de Suiza, ‘Extra Bladet’ de Dinamarca, ‘Esto’ de México, ‘Times’ de Londres, ‘Página/12’ de Buenos Aires, y cables de agencias internacionales reflejaron la noticia de que este argentino, integrante activo de la comunidad judía de su país, había sido galardonado por su lucha contra la corrupción en el deporte.
Su club de referencia, Náutico Hacoaj, le hizo llegar el pasado 27 de noviembre, una nota de felicitación firmada por el Secretario General, Guillermo Koon, y su Presidente, Alejandro Filarent.
“Entendemos que este premio tiene un alto significado y compartimos su emoción y alegría por este valioso reconocimiento a su accionar”.
Goijman no olvida su condición judía. A tal punto que inició su ponencia en Copenhague, el pasado 7 de noviembre, con una cita del libro ‘El esclavo’ de Isaac Bashevis Singer:
“Qué sería del poder de los malvados, si los justos no fueran tan pusilánimes”
Una buena frase que deja pensando, y un buen ejemplo para difundir y del que hacerse eco.