En la inauguración, el 5 de noviembre, contamos con la palabra de Abrasha Rotenberg, testigo de la fundación allá por 1948. Hubo palabras alusivas cargadas de emoción, música, un video con voces e imágenes de la historia del periódico.
Fue un espacio de encuentro para distintas generaciones hacedoras de Nueva Sión, y de conexión la comunidad de lectores y seguidores de este emblema del periodismo judeo-argentino.
Presentamos aquí algunas imágenes de la inauguración, y las palabras de Gustavo Efron, director del periódico.
Este es un homenaje a una idea. A un proyecto. A una convicción y a un recorrido. Es un homenaje a una historia que trae consigo muchas historias. Que trae consigo un compromiso, una epopeya, un romanticismo que hoy parece estar en desuso. Es una historia que trasciende un momento, que surge de una ilusión. Una ilusión tal vez ingenua, que tal vez hoy pueda ser resultar inexplicable para muchos. Una historia potente y arrolladora. La ilusión de cambiar el mundo. De hacerlo un lugar vivible, más justo, más solidario, un mundo que asume su poder transformador. Y hacerlo desde un lugar. Siempre hacemos las cosas desde algún lugar. Hacerlo desde nuestro lugar en el mundo. Ese rincón del judaísmo humanista, de ideales, de lucha. Por un Israel abierta y democrática, pluralista e integradora. Pionera, jalutziana. Una utopía socialista que se hizo realidad en los kibutzim. Y que desde allí piensa el mundo. Y desde allí se expande a todo Israel, a toda su sociedad. Y al judaísmo en el mundo. Y a las sociedades del mundo. Pensar un mundo diferente.
Y la historia de Nueva Sión también remite a la historia del periodismo judeo-argentino. Como olvidar aquel duelo en idish entre Di-Presse – Idishe Tzeitung, a Mundo Israelita, La Luz y luego Nueva Presencia… Y tantos otros que le siguieron… Aquella comunidad que trabajaba y pensaba con la idea de servicio al otro….
Hoy están presentes aquí generaciones y generaciones que hicieron Nueva Sión. Muchos en persona. Aquí hay grandes directores, colaboradores e integrantes de mesas de redacción de distintas épocas. Y están muchos presentes también desde Israel, quienes de uno u otro modo nos han hecho llegar sus saludos y deseos de estar aquí. Lo están. Como están también aquellos directores que han abandonado esta vida: Nissim Elnecave, Ieoshua Faigon, Julio Adin, León Perez, Moses Roit, Mario Rubín, Eliahu Toker, Uzi Spak…
Y están también aquí toda la Mesa de Redacción que hoy está haciendo Nueva Sión. Un grupo de trabajo, de militantes por el periodismo y una cultura judía comprometida con la sociedad. Que pone el hombro y el entusiasmo para que podamos renovar la apuesta de calidad de Nueva Sión, revalorizando el mensaje histórico y pensando en el hoy. Siempre profundizando en el análisis e invitando a pensar en aquello que está más allá de lo evidente. Un gran equipo que estuvo trabajando en la producción de esta muestra: en la selección de las tapas, la escritura de los textos, el armado del video, la curaduría…
Para poder celebrar juntos en este día por la historia y por el presente. Y una palabra aparte para nuestra compañera Susana Gelber, gran luchadora y generadora, el motor de todo esto, que logró con su pujanza que hoy podamos estar aquí, en este ícono de la democracia argentina. Como un símbolo de la pertenencia e integración al colectivo nacional, con la idea de que es desde la particularidad y la diferencia que cada uno puede aportar un granito a una Argentina plural, y no desde la dilución de las identidades particulares.
Hoy estamos presentes aquí no sólo para reivindicar a Nueva Sión como emblema de la cultura judeoargentina. Estamos para reafirmar la vigencia de un compromiso activo. Estamos para sostener valores y apostar a un legado de transformación social aún en un mundo complicado y controvertido, que parece hundirse en las sombras del pasado. Estamos para reivindicar la memoria como una manera de afrontar y construir el presente con osadía. Estamos para seguir preguntándonos, para seguir dudando, para seguir cuestionando lo injusto y para seguir hurgando en los intersticios de lo humano. Estamos aquí porque no nos acostumbramos a la levedad, a participar de la farsa. Porque no nos resignamos a renunciar a todas nuestras verdades y tampoco a nuestras incertidumbres.
Gracias a todos y todas por estar acá. Gracias por acompañarnos y por ser parte de Nueva Sión.