Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina (FICJA)

Zuzana, la música es vida

Días pasados se realizó la función inaugural de la 15ª Edición del Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina (FICJA), con la proyección del documental “Zuzana, la música es vida” (República Checa/USA, 2017).
Por Enrique M. Grinberg

Este film documental comienza narrando la infancia feliz que tenía Zuzana en su pequeña ciudad de la República Checa en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Con dulzura nos introduce en su historia de vida, contando que desde muy pequeña estuvo ligada a la música. La anécdota de que cuando era bebé su mamá tenía que contratar niñeras que supieran cantar y si estas desafinaban ella se ponía a llorar, nos abre la puerta a su intimidad. Ya en aquellos primeros meses de vida comenzaba a desarrollar un privilegiado oído musical que luego, avanzada la niñez, se vio incrementado cuando comenzó a estudiar música y piano.
El primer quiebre en esta idílica historia se produce con el ingreso de los nazis en su ciudad. Allí aparece la voz del relato en primera persona, la deportación de los judíos de su pueblo, de su propia familia y el suyo personal. Su mundo comienza a teñirse de negro, muerte y desesperanza.
Prolijamente las cuidadas las imágenes de época se van entrelazando de manera articulada con el relato de Zuzana, y se amalgaman recreando aquel contexto histórico y acercándonos a la experiencia trágica que atravesó durante la Shoá.
La música aparece permanentemente durante estos relatos en la película. La misma no sólo se utiliza para crear climas y tensiones sino que las melodías cobran cuerpo y vida ocupando un plano principal en la escena, que es metáfora de lo que simboliza en su propia vida la música.
Esto no es casual, los sonidos intensos de la música siempre fueron “el cable a tierra” que el personaje principal asegura que la mantuvo viva y con esperanzas para sobrevivir a los campos del extermino y terror.
Ella se llama Zuzana Ruzickova. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Zuzana regresa a Checoslovaquia para concretar su sueño de convertirse en una célebre intérprete musical del repertorio clásico.
Luego, durante el régimen comunista en Checoslovaquia, se convirtió en la más famosa intérprete internacional del clavicordio. Especializada en la obra de Bach, fue la primera persona en haber grabado todas las obras para teclado de este autor clásico; entre ellas, se destacan las famosas Variaciones Goldberg.
No fueron pocas las dificultades que tuvo que atravesar durante su carrera musical, ya que fue víctima de algunas situaciones de antisemitismo generadas por aquel régimen político. Increíblemente este fue casi un segundo quiebre en su vida luego de haber sobrevivido a la Shoa.
La música, sus ganas de sobrevivir, su esperanza, sus fuerzas inagotables, sus virtudes grandilocuentes, las dificultades vividas y las situaciones extremas por las cuales tuvo que atravesar, se reconvirtieron en fuerza vital, y actuaron como la resiliencia que la ayudó a poder concretar su sueño de ser una referente de primer nivel de la música clásica.
Su prominente talento ayudó a posicionarse a la ciudad de Praga como una de las ciudades musicales más relevantes del mundo.

El Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina, se desarrolla en el Cinemark Palermo entre el 8 y 14 de noviembre. Los directores Harriet Gordon Getzels y Peter Getzels, procedentes de EE.UU., estarán presentes en las proyecciones dispuestos a dialogar con el público una vez finalizada la película.

Para ver programación del Festival Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina podés ingresar a www.ficja.com.ar