Primavera en el Medio Oriente

Estamos en Primavera en el Medio Oriente. Afuera hace un calorón seco e insoportable, pero estamos en primavera. Se juntan Sharón y Abu Mazen, se juntan Mofaz y Dahlan (responsables de seguridad). Liberamos prisioneros, aunque los familiares de víctimas de atentados reclaman que los que tienen sus manos manchadas de sangre no deben salir de las carceles israelíes. Ante el esceptisismo de gran parte de la sociedad, que no da dos guitas por la actual Hudna, los muchachos de Iesha (colonos recalcitrantes que sólo declaman "La Ley de la Tierra" como un contrato social vinculante e irrenunciable) levantan presión contra las concesiones "dolorosas" que Sharón dice estar dispuesto a hacer sobre el final del “Mapa de Rutas”.

Por Mario Faust (Desde Israel)

Un consejo de rabinos (se juntaron todos, incluyendo a Ovadia) salen a decir que no hay que dar ni un metro de tierra judia.
La sociedad israelí es desconcertante: sus politicos, presionados por el gran Bush, se prestan al juego de ver dónde se caerá el partenaire. Esto es como un partido de tenis donde uno aguanta para ganar con los errores del contrincante.
Si los palestinos rompen la Hudna, Israel tendrá derecho a decir que no cumplieron y redesplegarse de los pocos metros de territorio que le dejamos a la Autoridad Palestina (que, convengamos, no se trata de un metro de la Cisjordania, por ahora, no le dimos mucho, o no les dimos nada que no le hayamos dado varias veces en el pasado).
Si Israel no cumple con todo lo que los palestinos esperan (incluyendo en esta etapa los prisioneros que reclamó el Hamas, en su Hudna unilateral ante el «enemigo sionista»), entonces saldran con quién sabe qué clase de tercer Intifada.
Agarrate.
No hay más que dos posibilidades.
O seguimos por este camino áspero y que a muchos les despierta esperanzas de un Medio Oriente mejor, o saltan todos los fusibles y se vuelve a la confrontacion.
Israel es un pais de poca memoria.
Nadie quiere acordarse. Como si hace un par de meses no hubieramos estado bajo presión de 60 alertas rojas de atentados en un par de días: las rutas congestionadas por el chequeo auto por auto. Como si hace un mes no hubiera explotado por última vez un palestino en un bus en Jerusalem.
Uno prefiere ir a la playa y olvidarse del asunto.
Pero esta primavera es peligrosa y no será eterna: o seguimos para adelante y esto nos lleva a algún lado, o volvemos a una situación que, a todas luces, será una confrontación peor que las anteriores.
La sociedad israelí no está preparada para conceder los territorios ocupados retirando los 200.000 colonos que Sharón, y no otro, puso allí para reinar sobre la Gran Israel. Que sus políticos respondan a las presiones de la actual administración norteamericana, no quiere decir que la sociedad, en todos sus estamentos, esté convencida que hay que que acabar con una ocupación injusta, un país sin fronteras, y un estado de beligerancia permanente que corroe los cimientos de la democracia israelí.
Los palestinos ni sueñan en terminar su lucha contra la ocupación.No tienen mucho que perder, mientras Israel no se venga encima con helicopteros y F-16.
Primavera política en medio del verano del Medio Oriente.
Vamos a ver cuánto dura