Buenos Aires:

Jefe de Gobierno a juicio político

La legislatura de la ciudad de Buenos Aires votó, el pasado lunes 13 de noviembre, promover el juicio político al jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, por presunto mal desempeño de sus funciones. Los legisladores consideraron que Ibarra tuvo responsabilidad en el incendio de la discoteca Cromañón, incendiada el pasado 30 de diciembre de 2004, donde encontraron la muerte 194 jóvenes. Ibarra ya advirtió que esto se convertirá en “una parodia de juicio político”.

Ibarra, poco después de conocer la decisión, declaró que se someterá al juicio político pero que no renunciará y que su gobierno seguirá en funciones con todos sus ministros y colaboradores, ratificados por el Vice jefe de Gobierno, Jorge Telerman.
«No se puede alcanzar la verdad sobre la revancha política. No voy a renunciar, voy a seguir buscando junto con la sociedad toda la verdad de lo ocurrido en la terrible tragedia», dijo Ibarra a la prensa, aludiendo al incendio de la discoteca.
Ibarra ya había calificado el juicio político como un «golpe institucional» alentado por sectores de derecha, a los que había derrotado al ser reelegido hace dos años y a los que acusó de haber manipulado el dolor de los familiares de las víctimas.
Los familiares de los jóvenes muertos en Cromañón impulsaron el enjuiciamiento de Ibarra y de otros funcionarios, bajo la acusación de no haber hecho cumplir disposiciones municipales que en esa discoteca se violaban.
Actualmente, están procesados el propietario de la discoteca y una docena de funcionarios, pero la justicia se había rehusado a involucrar a Ibarra.
Hubo denuncias de que el gobierno federal del presidente Néstor Kirchner, que consideraba a Ibarra como un aliado político, había presionado a los legisladores oficialistas para que evitaran el juicio político. Sin embargo, algunos de ellos votaron en contra.
Ibarra, luego de enterarse de la decisión de la Legislatura acusó a la oposición de buscar en él «un chivo expiatorio» para «lavar sus culpas» y afirmó que el juicio político «ya estaba predeterminado».
«Es una parodia -agregó Ibarra- porque, cuando usted tiene una predeterminación, sabe que va por la destitución, y no le interesa la prueba, no le interesan razones ni la búsqueda de la verdad».