Peretz venció en las internas del Laborismo israelí, cuyo resultado oficial -con las acostumbradas acusaciones de fraude- no se dio a conocer hasta bien entrada la madrugada del 10 de noviembre, tras un minucioso recuento de los votos sufragados.
A Peres no le alcanzó el respaldo de varios pesos pesados del partido, ni la retirada de del ministro Matan Vilnai.
Las encuestas previas le otorgaban una clara ventaja sobre Peretz, que venció con el 42,35% de los votos, frente al 39,96% de Peres. El ministro de Infraestructuras, Benjamín ben Eliezer, rozó el 16% de los sufragios.
El resultado de los comicios internos también genera un enorme contratiempo para Ariel Sharón, a quien no le perdonan la ejecución del Plan de Desconexión Unilateral aplicado en la Franja de Gaza.
Al conocer de su triunfo, Peretz ya expresó su intención de reunirse con Sharón para comunicarle que su partido abandona el Gobierno de coalición. Sobre este dato de último momento, los analistas políticos consideran que se anticiparán los comicios legislativos para la próxima primavera.
«Ésta es nuestra oportunidad y debemos pensar en construir un partido socialdemócrata, afirmó Peretz. La competitividad es buena para Israel, pero la competitividad que se transforma en una jungla, no», agregó sus declaraciones el flamante Presidente de los laboristas junto a la tumba de Yitzjak Rabin, en el monte Herzl de Jerusalem.
«Nuestra responsabilidad, finalizó, es construir una paz que garantice el futuro de Israel».
