Primer encuentro de cybernavegantes judíos de habla hispana

400 personas fundaron una nueva comunidad

Se realizó, los pasados 5 y 6 de julio, en la AMIA -comunidad de Buenos Aires, Argentina-, el Primer Encuentro de Cybernavegantes Judíos de Habla Hispana. La iniciativa, nacida de los sueños de Jorge Lipschitz y tomada como propia por la AMIA a través de su Presidente Abraham Kaul y su Comisión Directiva, pudo avanzar en un campo inédito en el trabajo comunitario dado que se discutió la construcción de una comunidad virtual que permita acercar a las fuentes del judaísmo a esa población tan especial que navega por el cyberespacio.

Más allá de las barreras nacionales o regionales, 400 personas se dieron cita en las instalaciones de la AMIA para debatir acerca de las potencialidades de la Internet como una herramienta de comunicación, transmisión de las raíces y contenidos judaicos y como un nuevo espacio fraterno donde encontrarse.
Gente de Buenos Aires, pero también del interior del país como de España, Brasil, Chile y Uruguay compartieron casi dos días de ponencias, debates y talleres a través de los cuales quedaron asentadas las bases para la continuidad del trabajo que, ahora, se intentará hacer extensivo a otras comunidades hispanoparlantes de tal modo que tomen el proyecto como propio y se asocien a este megaemprendimiento cibernético.
Jorge Lipschitz, mentor del encuentro, dijo a Nueva Sión, que “se cumplió el sueño de lipi -tal su apodo o nick con el que se lo conoce en el mundo de Internet-, esto es como haber parido a un hijo pródigo”.
El mundo de la Internet es mucho más que máquinas, modems, cables y monitores. Este fin de semana quedó demostrado que hay bases para pulir, que se dejaron colocados los cimientos para fundar un nuevo modelo de comunidad virtual y no tanto. Porque del otro lado de la máquina siempre está la gente, esa que trabajó distribuida en once talleres y que dejó su granito de arena para que la dirigencia levante el guante y acepte el desafío de acompañar a sus bases en la realización de un sueño mayúsculo: crear nuevos puentes que nos trasladen a un futuro mejor, más comprometido, en el que no se pierda la vigencia del mensaje de la herencia judía que tampoco sabe de fronteras.
Es un desafío y habrá que comenzar a caminarlo. Por lo pronto, Abraham Kaul, Presidente de la AMIA, ya dejó aclarado que la AMIA está dispuesta a tomar ese desafío para sí y para todos los que estén interesados en continuar con el emprendimiento. “ya puedo decirles que el año próximo realizaremos el Segundo Encuentro de Cybernavegantes Judíos, al que trataremos de integrar a Brasil y Portugal y que acabamos de decidir la creación de un Cyberdepartamento en la AMIA para continuar y explorar esta búsqueda que hoy iniciamos”.
No es un dato menor para considerarlo como un extraordinario punto de partida de un nuevo espacio en el que todo está por hacerse aún.
Como decían algunos de los participantes: una nueva forma de comunidad acaba de nacer.