IV Cumbre de las Américas:

Paranoia generalizada

“Escápese de la cumbre”. Este es el espíritu de marplatenses que decidieron alejarse de su ciudad que está sitiada por la llegada de los jefes de Estado americanos. Se habla de incidentes, de posibles ataques y de manifestaciones anticumbre. Desde hace días circula por la web un e-mail que recomienda no viajar en subte en días de Cumbre por posibles atentados. Mientras entre los ciudadanos crece la sospecha, Estados Unidos ya extremó las medidas de seguridad para proteger al mandatario que llegará a la Argentina con un objetivo claro: el ALCA.

Las declaraciones recién divulgadas del jefe del operativo de seguridad en Mar del Plata, Carlos Pardal, quien anunció que se están tomando “las precauciones necesarias” para evitar hechos de violencia en la ciudad, llegan en momentos en que la inquietud por la llegada el mandatario estadounidense, George W. Bush, se está transformando en una paranoia colectiva que se extiende a toda la ciudadanía.
En declaraciones a Radio Mitre, Pardal defendió las inusuales medidas de seguridad que se están tomando: «Son necesarias porque consideramos que pueden haber algunas personas que muestren su disconformidad de una manera no deseada».
El miedo está puesto en la contracumbre que organiza distintas organizaciones civiles y donde está previsto que asistan, entre otros, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y los cantantes Silvio Rodríguez y León Gieco, la advertencia de posibles accidentes ha tomado características inusuales.
Mientras unos se preparan para partir, otros llegan. 1.400 efectivos de la policía bonaerense y cientos de efectivos de la Prefectura Naval y la Gendarmería llegaron a la ciudad balnearia. Para formar parte de las 35.000 personas que llegarán durante los próximos diez días para participar en la reunión de presidentes de 34 países del continente y en la III Cumbre de los Pueblos, definida también como la “anticumbre”, con protagonismo de organizaciones políticas, sociales, indígenas y ecologistas.
Los bancos de origen estadounidense ya tapiaron sus frentes con chapas y los shoppings cerrarán sus puertas. ¿Paranoia o precaución?