Moisés Ville

Homenaje a la sinagoga Brener

La Secretaría de Culto de la Nación rindió homenaje (el pasado 25 de octubre) a la sinagoga Brener, de Moisés Ville (Santa Fe), con motivo del centenario de la constitución de la Sociedad Unión Israelita de esa ciudad, encargada de la construcción del templo. Tanto la sinagoga como todo el pueblo de Moisés Ville han sido declarados en 1999 Monumentos Históricos Nacionales. La sinagoga posee todas sus piezas originales, un tabernáculo tallado a mano en estilo renacentista italiano y una lámpara donada por el señor Israel Weisburd que perteneciera al primitivo teatro Colón

Moisés Ville -primera colonia agrícola judía en la Argentina- se caracteriza por ser una comunidad que ha preservado cuidadosamente su patrimonio histórico, arquitectónico y cultural, donde el pluralismo y la diversidad religiosa se han desarrollado en un contexto de mutuo respeto por la diversidad y particularidad de sus miembros.
En representación de la Secretaría de Culto de la Nación presidió el acto el subsecretario, embajador Alejandro Grossman, quien descubrió una placa conmemorativa del acontecimiento.
El acto coincidió con las fiestas judías de finalización de Sucot e inicio de Simjat Torá (alegría de culminar la lectura del Pentateuco y volver a comenzar desde el Génesis). Las celebraciones fueron conducidas por el rabino Angel Kremer, quien viajó especialmente desde Buenos Aires.
También estuvieron presentes el Presidente comunal, Omar Delbino y la directora del Museo Histórico Comunal, profesora Eva Guelbert de Rosenthal, además de otras autoridades y representantes locales de la comunidad.

Moisés Ville como una guía hacia el futuro

“Hoy es un día de fiesta para Moisés Ville y de alguna manera también lo es para mí, dijo el embajador Grossman. Cuando hace poco tiempo asumí como subsecretario de Culto y supe de los 100 años de la constitución de la Sociedad Unión Israelita de Moisés Ville, encargada de la construcción de la sinagoga Brener, pensé: tenemos que estar ahí, tenemos que impulsar y patrocinar estos festejos. De manera que por la generosidad del embajador Guillermo Oliveri, secretario de Culto de la Nación, que me confió la tarea, puedo estar aquí. Obviamente, le traigo también a la gente de Moisés Ville, y en especial a la comunidad judía, un saludo fraterno en su nombre”.
“El motivo de mi visita tiene una doble mirada: por un lado, como funcionario nacional, vengo en nombre del Estado a rendirle homenaje a la sinagoga Brener, y con ella a aquellos colonos pioneros que contribuyeron a hacer de este pueblo lo que hoy es y también a las generaciones actuales que mantienen viva esa llama. Por otro lado, siento una satisfacción personal especial, ya que yo también soy descendiente de aquellos colonos que dejaron sus países de origen perseguidos por la discriminación, por la violencia o por la pobreza. Conozco sus esfuerzos y sus aportes, conozco su voluntad de trabajo y su voluntad de integración”.
“No hace falta que yo lo diga: Moisés Ville es una comunidad muy particular. En un mundo en donde todo cambia con una velocidad vertiginosa y los testimonios del pasado quedan rápidamente sepultados bajo la vorágine del presente, aquí han sabido conjugar la tradición con la modernización. Eso es evidente pues la esencia, el espíritu de todo pueblo, se traduce en sus costumbres, en su arquitectura, en su patrimonio histórico”.
“Este pueblo es un modelo de vida, de tradición viva, puesto que además de haber sabido conservar su historia la mantiene viva a diario. Las paredes de este templo serían sólo piedra si no estuvieran cubiertas por las tradiciones y por los recuerdos que siguen vivos. Y siguen vivos porque se han transmitido de padres a hijos y a nietos. Nuestros templos no sólo encierran convicciones religiosas. También son el símbolo de la tenacidad y la determinación de quienes los construyeron, son el símbolo de un grupo de pertenencia que se construye de manera comunitaria. De hecho, los términos sinagoga, iglesia o mezquita, aunque tienen raíces distintas, tienen una común invocación: la de la asamblea, la de la reunión”.
“Desde la Secretaría de Culto venimos trabajando intensamente en favor del diálogo y la convivencia, elementos indispensables para la construcción de una cultura de la paz. Nuestro principal objetivo es fomentar el respeto por la diversidad y el pluralismo en todo aquello que hace a esa unión indisociable entre cultura y religión. Es decir, el desafío de incorporar ‘al otro’ a nuestra vida cotidiana tal cual es y sin temor a perder la propia identidad”.
“Pero ese acercamiento entre religiones y culturas que parece haberse dado casi espontáneamente aquí en Moisés Ville, seguramente no ha sido sin trabajo. La relación de pares en la diversidad, la posibilidad de integrar el poncho y el talmud, el asado y el guefilte fish, es un logro del que toda la población de Moisés Ville debe sentirse orgullosa”.
“Mi más profundo deseo es que este ejemplo se multiplique para consolidar una sociedad madura, fuerte y pujante donde el respeto y el recuerdo de nuestra historia común sean la guía hacia un futuro que sólo encuentra su límite en nuestra propia inteligencia a la hora de actuar”.