Elecciones en Argentina:

Apoyo a Kirchner

El Presidente argentino Néstor Kirchner (que obtuviera la presidencia con sólo el 22% de los votos generales) se duplicó su base electoral triunfando, así, en los comicios por los que se renovará parcialmente las cámaras de diputados, senadores nacionales y provinciales y legislaturas municipales. La respuesta inicial puede encontrarse en los sectores que decidieron reforzar el poder del Gobierno por la estabilidad, el crecimiento económico y su política en Derechos Humanos.

Lo cierto es que, a partir de diciembre, el Presidente tendrá en el Parlamento una base firme (aunque sin mayoría automática) que le permitirá implementar su plan de gestión.
El kirchnerismo se impuso ampliamente en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 37,2% del padrón electoral. De acuerdo con datos extraoficiales, la primera dama, Cristina Kirchner, vencía a Hilda González Chiche Duhalde, esposa del ex mandatario Eduardo Duhalde, por más de 20 puntos de diferencia.
Las encuestas a boca de urna no le traían buenas noticias al oficialismo en la estratégica Capital Federal.
Allí emergía como ganador Mauricio Macri, un empresario que se presentó al frente de una coalición de centroderecha (PRO). Macri es además el heredero del imperio económico Socma, emprresa fundada por su padre Franco y que floreciera durante la última dictadura (1976-83) y bajo la presidencia de Carlos Menem.
Detrás de Macri se colocaron el actual canciller Rafael Bielsa (del kirchnerismo de la Capital Federal) y Elisa Carrió, el referente de la centro izquierda.
Los esfuerzos presidenciales para impedir una caída en Santa Fe, la segunda provincia en importancia del país, no lograron los resultados esperados: el socialismo moderado, de la mano de Hermes Binner, vencía de manera histórica al peronismo.
Las elecciones del 23 de octubre fueron al menos curiosas en más de un sentido. Los peronistas se presentaron fraccionados tratando de dar pelea por afuera de su partido. La línea principal (el Frente para la Victoria) responde al Presidente Kirchner. Otra, a Duhalde. La tercera, a Menem, que perdió por primera vez una elección en La Rioja, su provincia natal (pero igual accedió a una banca en el Senado). La cuarta de las fracciones la lidera Adolfo Rodríguez Saa, una de las renovaciones del Congreso.
Kirchner ya debe de estar pensando en el día después. Varios asuntos urgentes están en su agenda. En lo político, buscará disciplinar al peronismo; la inflación, por otro lado, puede llegar este año al 12% y ya desencadenó numerosos conflictos sindicales en un país que tiene uno de los niveles más regresivos en su distribución de la riqueza.
De otro lado, se espera que llegue el momento de una discusión con las empresas privatizadas que controlan los servicios públicos y con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Observadores políticos afirman que Kirchner, recién ahora, puede estar en condiciones de gobernar de acuerdo a sus propias expectativas. Lo espera un país medio lleno y medio vacío, con un la mitad de su población sumergida en la línea de pobreza y una distribución inequitativa.
Queda por saber cómo actuará hacia el futuro, a partir del recambio de las bancas del Parlamento nacional, todo un nuevo desafío si pretende ir por la re elección.