Informe de las Naciones Unidas sobre la muerte de Hariri:

Lo mataron oficiales sirios y libaneses

El informe de la comisión investigadora de las Naciones Unidas sobre el asesinato del ex Primer Ministro libanés Rafiq Hariri involucra a oficiales libaneses y sirios en el magnicidio. El informe es el resultado de las indagaciones de una comisión liderada por el alemán Detlev Melhis, armada a pedido del Consejo de Seguridad para esclarecer la muerte el 14 de febrero de Hariri y 20 personas más en un atentado en Beirut.

«Hay evidencias de que tanto funcionarios libaneses como sirios están implicados en ese acto terrorista» dice el documento divulgado en la sede de las Naciones Unidas. La Comisión de Melhis indica que la investigación del crimen «no ha sido aun completada. Hay evidencias de que tanto funcionarios libaneses como sirios están implicados en ese acto terrorista» dice el documento dado a conocer en la sede de la ONU.
«Dado que muchas pistas apuntan directamente a que los oficiales de seguridad sirios han estado involucrados en el asesinato, es de la incumbencia de Siria clarificar una parte considerable de las cuestiones pendientes», se afirma en el documento.
Tras apuntar que el Gobierno de Damasco se mostró inicialmente reticente a cooperar en la investigación, el texto indica que finalmente lo hizo en «un grado limitado».
Además, expone que muchas de las personas que entrevistaron los miembros de la comisión trataron de «desviar las indagaciones, al dar datos falsos e inexactos».
«Sólo se podrá lograr un panorama completo del asesinato a través de una investigación creíble y amplia que se conduzca de manera abierta y transparente ante el escrutinio internacional», añade el informe.
El propio Melhis entregó este documento al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para que lo remita al Consejo de Seguridad.

Rafic Hariri

Rafic Hariri, asesinado el 14 de febrero, a los 61 años en un atentado en pleno centro de Beirut, fue Primer Ministro entre 1992 y octubre de 2004, excepto un intervalo entre 1998 y 2000.
Hariri, multimillonario y con excelentes relaciones entre las monarquías árabes y los presidentes europeos, se había forjado una inmensa fortuna a partir de unos orígenes muy humildes.
Sus influencias lo animaron a entrar en política en 1992, cuando fue nombrado Primer Ministro, cargo que ocupó hasta el pasado octubre, a excepción del corto intervalo en que la cartera fue ocupada por Salim Hoss, entre 1998 y 2000.
Rafic Hariri nació en 1944 en la ciudad de Sidón, en el seno de una familia modesta: su padre era granjero y su madre despachaba fruta en una tienda.
Hariri había tenido sus más y sus menos con el régimen sirio, verdadero árbitro de la política libanesa, pero sus relaciones con Damasco se deterioraron sobre todo en 2004, cuando se opuso al proyecto de enmienda constitucional que abriría el paso a un nuevo mandato del presidente Emil Lahud, quien debía pasar a retiro.
Sin embargo, y tras un misterioso viaje a Damasco, Hariri cambió de opinión y anunció que apoyaba la reelección de Lahud, lo que le valió numerosas críticas.
En octubre de 2004, justo después de aprobarse la reelección de Lahud, Hariri dimitió como Primer Ministro con el argumento de que «El Líbano necesita un Gobierno coherente y unificado que asuma sus responsabilidades para hacer frente a los desafíos internos y externos, no he logrado esos objetivos a causa de los obstáculos que todos conocen» dijo entonces.
Tras su dimisión -lo reemplazó un hombre claramente identificado con Siria- Hariri fue aproximando cada vez más al grupo de diputados que reclamaban el cese de la tutela siria sobre El Líbano, a pesar de negarse a criticar abiertamente a Damasco.