Convencido de que la única salida para los palestinos es renunciar a la violencia y negociar, Abu Mazen apuesta todas sus cartas y adhiere al lenguaje y los símbolos necesarios para la hora, a sabiendas de la importancia de los gestos en el Medio Oriente.
Por eso, tras la protesta formal israelí por el nuevo atentado, el jefe de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) prometió que detendrá a los culpables del ataque. Por eso, también, seguramente Abu Mazen fue abucheado en su visita a Beit Yanun, donde la retirada de un kilómetro y medio de los tanques israelíes y que la policía palestina asuma la seguridad sirven de poco para aliviar la situación de la población.
Tregua y prisioneros
«Si no hay liberación de prisioneros y se produce algún asesinato, la tregua fracasará» advirtió Abu Mazen. Y la madrugada de ayer, soldados israelíes mataron a un activista de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en Kalkilia y arrestaron a otro. La reacción de las Brigadas declaró acabada la tregua y anunció una «respuesta rápida».
En lo que a los presos palestinos se refiere, quedó en libertad Suleimán Abu Mutlak -uno de los jefes de la seguridad de Gaza- dado que la acusación israelí no presentó pruebas de su incumbencia en un ataque contra un asentamiento.
Otros 33 palestinos -arrestados la semana pasada en Hebrón- también fueron liberados. El gobierno de Sharón dijo que no se trata de una concesión del “Mapa de Rutas”, sino que estas personas liberadas no tenían cargos levantados en su contra.