Macabi Santa Fe
Más de 60 familias judías fueron afectadas por la inundación; sin embargo Macabi Santa Fe abrió sus puertas a más de cien personas de la sociedad santafesina que no pertenecen a la comunidad judía. Mientras algunos se refugiaban en casas de familiares o amigos, otros necesitaban de un lugar seguro para cobijarse ante la desgracia y la institución no dudó en asistirlos. También se abrió el galpón de uno de los socios del club, el ex salón sionista y el templo sefaradí.
Ahora muchos de los evacuados volvieron a sus hogares y otros fueron reubicados, de manera que Macabi ya está retomando su actividad habitual.
Eva Paris de Grin cuenta que allí recibió ropa, alimento y colchones, así como actividades que permitieron sobrellevar más facilmente la tragedia vivida. Hubo voluntarios que por la tarde realizaban actividades recreativas, miembros del Instituto de Educación Física, médicos de la comunidad que trabajaron como voluntarios más allá de las fronteras de Macabi y sus asociados.
Es la primera vez que Macabi recibe evacuados, como es la primera vez que semejante cantidad de santafesinos salió a buscar un techo bajo el cual resguardar sus esperanzas.
Alberto Malqui dice estar contento con el trabajo que se hizo y con la organización dinámica que alcanzó el grupo. Tan dinámica que formó su propio comité de crisis, dividido por áreas, con un responsable para cada actividad. Un ejercicio envidiable de organización.
Las donaciones se recibieron desde instituciones de todo el país, incluso la AMIA y otras organizaciones comunitarias y colegios de la red escolar judía de Buenos Aires. La ayuda llegó más rápido y en abundancia desde la comunidad y alcanzó para abastecer a los centros judíos y también a otros grupos y sectores sociales que no están asociados a la Institución: hubo ayuda para el Hospital de Niños, para el padre Gasparotto, para la comunidad toba, para distintos barrios de la ciudad y otras localidades cercanas.
Nada se dejó librado al azar y ya se trabaja en el día después con un alto grado de complacencia y satisfacción por haber podido ayudar y demostrar a la sociedad santafesina un granito de arena tan importante como es el concepto de solidaridad activa de la comunidad judía, incluso más allá de sus propias fronteras.
Asociación Cultural Israelita Argentina “I.L.Peretz”
La conmemoración del 60 aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia no fue algo tradicional este año. La tremenda inundación padecida por los santafesinos hizo que la misma se realizara condiciones muy particulares.
Hasta el mismo paisaje institucional estuvo tremendamente modificado. Apenas sucedida la catástrofe, las puertas del Peretz se abrieron para los inundados sin preguntar quién era o de dónde venía.
Fue así como en pocas horas la sede de calle Francia se transformó en el Centro de Evacuados N° 974, que albergó a mas de 84 personas.
Surgieron rápidamente las brigadas de cocina, higiene, distribución de ropa, guardia telefónica y de otras tareas; de esa manera, en muy pocas horas -en menos de 1 día- se logró acomodar a todos los evacuados.
Comoo un modo pedagógico de aprovechar la tragedia, se decidió que los sábados se realizarían igualmente las actividades del kinder para los chicos, adolescentes y jóvenes puedan atravesar la experiencia solidaria activa cooperando con sus conciudadanos afectados.
El acto del Levantamiento del Gueto de Varsovia y un mandato heroico
Dejemos que los integrantes del Peretz cuenten esta curiosa experiencia conmemorativa:
“Resolvimos hacer el acto conmemorativo y que en él cantaríamos el Himno Nacional, el Coro entonaría el Himno de los Partizanos, y que intervendría algún compañero de la Comisión Directiva historiando la lucha del Levantamiento y su proyección actual.
Y así se hizo. Claro que el escenario cambió: se hizo en la cancha de básquet, con ropa colgando en los alrededores, los perros paseando, algún que otro crío llorando y el repiqueteo de las pelotas en el patio. También el público fue diferente: no solo estábamos quienes habitualmente participamos de este tipo de actos, sino también muchos de los evacuados alojados en nuestra Institución.
Para todos ellos, era la primera vez que oían hablar del gueto, de los judíos, de la sublevación, de los nazis; seguramente en sus oídos habrán sonado como muy extrañas las palabras en idish del Himno de los Partisanos. Pero no importa: el Acto en realidad era un formalismo, ya que durante todos esos días, durante todos estos días estábamos cumpliendo con el mandato que nos legaron los combatientes del Gueto. Creemos estar correspondiendo con aquella herencia. Es la continuidad de la lucha por la dignidad humana, por una sociedad justa, sin excluidos ni marginados por causa alguna. Es la lucha de ellos traída a este tiempo y a esta situación”.
