Judíos Argentinos GLBT ( Gays, lesbianas, bisexuales y transgenero)

“Estamos recuperando la confianza en la comunidad judía argentina”

“Antes no se aceptaba a los zurdos y se trataba de corregirlos para que sean diestros. El gay es un zurdo pero para el amor”. Así se expresó Diego Guinecin, Presidente de JAG (en la entrevista, DG) que junto a Diego (D) -otro integrante de JAG- definieron el proyecto que empezó hace un año y medio con 18 personas. Hoy, afirman, que reúnen a 300 integrantes.

Por Bàrbara Lichtman

¿Cómo nace JAG?

Todo empezó como un juego. Eramos un grupo de amigos que hicimos una segunda cena de Rosh Hashaná. Nos preguntamos por qué no abrirlo a mucha gente que estaba en nuestra misma situación y se estaba privando de una cena festiva.
Empezamos con 18 personas y hoy en día tenemos unas 300 en nuestras listas. Realizamos reuniones periódicas cada 15 día con una asistencia de no menos de 60 personas. Hacemos actividades de toda temática, también hablamos de judaísmo y sexualidad. La idea es aportar al crecimiento de la persona en todos sus aspectos.

JAG fue, entonces, un poco el resultado de no sentirse cómodos en las instituciones tradicionales…

D: Es que las instituciones judías no nos dan marcos y espacios. Nadie habla de homosexualidad. Ocurre que la persona gay no siente identificado con otros marcos comunitarios. Del universo homosexual no se habla.

DG: Mucha gente estaba enojada con las instituciones judías y alejadas. Hay mucha ignorancia porque no se pueden rescatar los valores judaicos sino el enojo con las instituciones. Por eso nosotros queremos inculcar valores judaicos desde una visión integral e integradora de la persona.

¿No encontraban contención o se sentían discriminados en las instituciones?

D: Uno no es un quijote que lucha solo contra los molinos del viento. Es difícil ir al colegio o a un grupo y asumir públicamente la condición de gay porque nadie sabe cómo informarte ni cómo contenerte.

DG: Creo que es una educación que debemos tener todos. Tanto las personas GLBT como las personas heterosexuales. Es un mutuo conocimiento y revalorización del otro.

¿Alguna vez JAG buscó apoyo en instituciones judías centrales como AMIA o DAIA?

DG: Participamos de la agenda de Juventud de AMIA y de Hagshamá. Donde sí tuvimos una buena aceptación es en la DAIA, ni bien tengamos nuestra personalidad jurídica -que la estamos tramitando- JAG será una institución reconocida por DAIA como cualquier otra.

D: Mucha gente todavía es reticente a ingresar a algunos marcos comunitarios judíos porque se sienten incómodos. La idea de JAG es abrir el tema a la comunidad. Primero juntarnos nosotros -para saber quienes somos y qué queremos-, y después educar un poco a las instituciones que padecen una gran ignorancia respecto a este tema.

DG: Estamos orgullosos de ser la primer comunidad gay y gay friendly del sur del continente y por rescatar a muchas personas de la asimilación. No vamos, por ejemplo, a Bet-el a ver a quién podemos enganchar, sino que juntamos gente por el boca a boca en los boliches o en otros ámbitos.

D:Lo que también es una realidad es que la gente GLBT se alejó de la comunidad judía porque no habían espacios que los contengan.

¿Qué tipo de corrientes religiosas hay en JAG?

De todo. Desde gente con creencias religiosas muy fuertes hasta completamente laicos.

¿Cómo hace una persona GLBT de fuertes creencias religiosas para seguir estudiando la Torá cuando allí dice que está prohibida la homosexualidad?
DG:

En JAG hay gente con creencias religiosas fuertes que siguen participando de su comunidad aparentando no ser homosexuales. Hay un documental muy interesante que se llama “Temblando ante Dios” que habla sobre este tema.

¿No es irónico que dentro de la comunidad judía se discrimine a los homosexuales cuando durante la Segunda Guerra Mundial fueron llevados a los guetos judíos, homosexuales y gitanos?

D:
De hecho también había judíos homosexuales. Nosotros tuvimos una charla con un sobreviviente de la Shoá. Y, nos dijo, que existía en ese momento, el llamado ‘Magen David rosado’, que era impuesto a los judíos homosexuales. Ellos, eran los primeros en la lista de exterminio.

DG:
Los judíos nos pasamos la vida luchando contra la discriminación y fomentando la tolerancia y la aceptación. Entonces, de una vez por todas, que así sea.