Desconexión unilateral israelí:

Concluyó la evacuación de 25 de las 27 colonias

Las tropas israelíes completaron hoy, martes 22 de agosto, la histórica evacuación del asentamiento judío de Homesh, en el norte de Cisjordania, el último previsto en el Plan de Desconexión Unilateral del Primer Ministro Ariel Sharón.

Ayer quedó terminada la evacuación de los 21 asentamientos de la Franja de Gaza y hoy los soldados evacuaron a los colonos que quedaban en 2 de las 4 colonias de Cisjordania: Sanur y Homesh.
Unos 10.000 efectivos fueron movilizados para hacer frente a los últimos bastiones de resistencia, donde se habían atrincherado unos 1.600 israelíes no residentes en las colonias, generalmente jóvenes ultraortodoxos reconocidos por su rechazo al plan de retirada propuesto por el Gobierno.
Los temores del Ejército y la Policía, que esperaban encontrar una resistencia encarnizada en ambos asentamientos, no se cumplieron, a pesar de que existieron algunos enfrentamientos y escenas emocionalmente más intensas que en la evacuación de Gaza.
En Homesh, opositores a la retirada, quienes se habían parapetado en el tejado de una escuela religiosa, con los brazos entrelazados, no opusieron mayor resistencia cuando fueron colocados en una pala mecánica que los bajó hasta el piso.
La sinagoga principal de Sanur quedó vacía menos de una hora después de que las fuerzas usaron una sierra eléctrica para romper una valla de barrotes de hierro, colocada ante las puertas. Los efectivos ingresaron al templo para sacar a decenas de jóvenes, que estaban sentados en el suelo.
Los jóvenes salieron en una lenta procesión. El último hombre salió abrazando un rollo de la Torá.
Las fuerzas irrumpieron también en una escuela religiosa en Sanur, y sacaron a unos 20 ultraortodoxos que se habían refugiado en el interior. Un comandante fue rodeado por un grupo que lloraba y cantaba, mientras el jefe policial les pedía que abandonaran el lugar en forma pacífica.
Unos 10.000 efectivos fueron movilizados para desalojar los dos asentamientos, donde la resistencia corrió principalmente por cuenta de israelíes provenientes de fuera de las comunidades. Algunos eran jóvenes de Cisjordania, con antecedentes de conductas extremistas y de rechazo a la autoridad del gobierno israelí.
Los funcionarios de seguridad informaron inicialmente que había unos 2.000 extremistas parapetados en los dos asentamientos.