«Mi espíritu y mi existencia deben ser sacrificados para nuestra querida Palestina y nuestro amado, paciente y sufrido Irak», señaló Hussein en la carta.
Tayseer Homsi, secretario general del partido Socialista Arabe Baath, de Jordania, dijo que la carta fue entregada por el CICR «a una figura política jordana independiente que desea no ser identificada».
El CICR está revisando la autenticidad de la misiva, dijo la vocera de la delegación iraquí, Rana Sidani, en Amman dado que Saddam y otros detenidos políticos a quienes la Cruz Roja tiene acceso sólo pueden escribir cartas a sus familiares.
Se supone que Saddam será llevado a juicio en Irak en el último trimestre del año, acusado de haber ordenado la matanza de musulmanes. La pena máxima, de comprobarse el delito, es la ejecución. En la carta, el ex presidente menciona su posible destino.
«La vida carece de sentido si no tomamos en cuenta la fe, el amor y la historia que heredamos de nuestra nación. No es tan importante que un hombre respalde su país con su alma y todo lo que posee pues se lo merece, ya que nos ha dado la vida en nombre de Dios y nos permitió heredar lo mejor”.
«Mi hermano: ama nuestro pueblo, ama a Palestina, ama a nuestra nación. Viva Palestina», concluyó Saddam en la carta.