Cuatro hombres armados se encontraban sobre el techo con una veintena de opositores a la evacuación, y las fuerzas de seguridad enviaban negociadores. Así lo informó dijo el vocero policial Shai Itzkovitz.
Los soldados empezaron a sacar gente por la fuerza de sus casas.
En Shirat Hayam, sobre la costa del Mediterráneo, habitan unas 20 familias, pero la cantidad de gente se engrosó con el apoyo de cientos de manifestantes ultra nacionalistas.
El ejército envió una topadora para apagar las llamas de una barricada en la entrada al asentamiento.
También varias niñas religiosas se encadenaron para resistir la evacuación, en un tejado, un grupo de colonos cantaba con guitarras y tambores y otros jóvenes montaban guardia en carpas levantadas en la playa.
Todos los colonos exhortaban eufóricos a los soldados a que no participaran en la demolición de las viviendas en lo que ellos llamaron “la Tierra de Israel” mientras en todo el asentamiento se escuchaban los rezos por altoparlantes.