Crónica en Gaza:

Angustia y dolor en Morag

Tristes escenas vivieron colonos judíos en el asentamiento de Morag al ver como comenzaban a evacuarlos los soldados israelíes quienes, algunos de ellos, comenzaron a llorar junto a sus connacionales. Mientras las madres abrazaban a sus hijos y los soldados ayudaban a otros chicos a subir a autobuses, algunos colonos tajeaban sus ropas en señal de duelo.

Una mujer soldado comenzó a llorar con un bebe en brazos mientras un compañero espantaba a los mosquitos alrededor de otro niño en su carrito.
Ante el inminente desalojo de los colonos judío de la Franja de Gaza, varios hombres cortaban camisas con tijeras en una acción judío que simboliza el luto de quien la porta.
Una mujer agarró a su niño y dijo: «Creía que Dios jamás iba a dejar que pasara esto, pero no es verdad».
Un militar israelí dijo que el ejército estaba determinado en evacuar Morag antes del jueves.
Si bien no se han producido incidentes que lamentar en Morag, residentes levantaron barricadas en las carreteras de entrada con tachos de basura, piedras y otros elementos contundentes.
Cientos de soldados ingresaron a la sinagoga y comenzaron a llevarse a colonos.
Dos soldados sacaron a un hombre hundido en llanto.
La mayoría de las personas atrincheradas salieron por su propia cuenta, mientras que los más creyentes no paraban de rezar.
Los militares sacaron a familias enteras de sus hogares.
Las mujeres salieron protegidas por los soldados.
Un colono se quedó tirado en el suelo, leyendo salmos y tuvo tiempo a rasgar una camisa antes de ser sacado por soldados.
Antes de la evacuación, unas 220 personas vivían en Morag.