Comienza el repliegue:

El gran teatro de Gaza

Lunes, 15 de agosto de 2005. A medida que se aproxima la hora del desmantelamiento de las colonias de Karif, en la Franja de Gaza, se acrecientan los intentos, por parte de los opositores al plan del premier Sharón, de sabotear su concreción: las marchas y manifestaciones adquieren un violento matiz.

Por Moshé Rozén (Desde Israel, kibutz Nir Itzjak)

A los efectos de controlar los alcances de la protesta, el ejército y la policía han limitado la circulación en la ruta 232, vía de acceso a Gvulot, Nirim, Nir-oz, Nir Itzjak y múltiples poblaciones que lindan con el límite entre la Israel soberana y los territorios bajo administración militar.
Centenares de militantes de la derecha nacionalista -los ‘anaranjados’- lograron burlar el cerco de seguridad y se plegaron a las colonizaciones, dispuestos a resistir la evacuación.
Pero -contrariamente a lo que muchos suponían- los sectores de identificación religiosa ortodoxa no presentan un frente hermético e intransigente: las autoridades rabínicas de la Corriente Lituana, influyente sector jerosolimitano, se oponen a la participación de los discípulos de sus establecimentos de alta enseñanza en los actos de protesta contra la desconexión territorial. Analistas políticos aventuran distintas interpretaciones a esta actitud. El matutino ‘Haaretz’ sostiene que estos dirigentes pretenden evitar que -bajo el manto de la oposición al fin de las anexiones territoriales- se produzca otra «anexión»: la de sectores religiosos no sionistas del campo ortodoxo lituano con los promotores de las protestas, embanderados con el Partido Religioso Nacional y grupos similares.