Aún resta finalizar la evacuación de otras dos colonias de Cisjordania. Se trata de los asentamientos de Sanur y Homesh.
Los habitantes de Ganim y Kadim, cuyos residentes eran mayoritariamente laicos, habían abandonado sus hogares de manera gradual en las últimas semanas. Las Fuerzas de Seguridad israelíes entregaron las órdenes de evacuación a las nueve últimas familias que permanecían en el asentamiento, y todos sus miembros acordaron marcharse pacíficamente.
Mientras, desafiantes y llenos de lágrimas, cientos de colonos judíos cerraron el lunes las verjas de entrada a sus asentamientos, formaron cadenas humanas y quemaron neumáticos en su penúltimo intento de resistencia a las fuerzas de seguridad israelíes encargadas de evacuar la Franja de Gaza tras 38 años de ocupación.
Los 55.000 soldados y policías, entre tanto, desempeñaban las más variadas tareas, desde disparar al aire para mantener alejados a los palestinos que celebraban la evacuación en los alrededores, ayudar a hacer la valijas a algunos colonos, negociando con ellos la entrega de las órdenes de desalojo o abrazar y consolar a otros.
Según el Ejército israelí, ya unas 200 familias de toda la franja pidieron ayuda para transportar sus pertenencias.