Visiblemente conmovido y con la voz entrecortada, Tony Blair ante las cámaras de televisión que «está claro que ha habido una serie de ataques terroristas en Londres» a los que catalogó de «barbáros».
Las explosiones en tres autobuses y siete estaciones del subterráneo fueron casi simultáneas en plena hora pico de la mañana londinense, dijo la policía, que ordenó el cierre de toda la red subterránea y de autobuses.
Blair, que se encontraba en la cumbre del G-8 en Escocia, retornará de urgencia a Londres para ser informado y evaluar la situación. Las explosiones ocurren un día después de que Londres fue elegida para ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2012.
La revista alemana Der Spiegel reportó que una organización islámica autodenominada «Organización Secreta Al-Qaeda en Europa» se atribuyó los atentados.
Autoridades de la revista dieron a conocer que el grupo colocó su mensaje en un sitio de internet de extremistas islámicos, pero no dijo cuál. Dijo que el grupo se atribuyó los atentados como represalia por la participación británica en las guerras de Irak y Afganistán.
El mensaje, dijo Der Spiegel, leía «Regocijaos, islámicos del mundo» pero su autenticidad aún no pudo ser verificada.
Un testigo dijo a la cadena de televisión que una explosión arrancó el techo del segundo piso de un autobús: «estaba ante el autobús y escuché una terrible explosión, y cuando me volví vi que la mitad del autobús estaba en el aire», dijo Belinda Seabrook a la agencia británica Press Association.
La policía reportó que las explosiones se produjeron en las estaciones de Aldgate, cerca a Liverpool Street, Edgware Road y King’s Cross, así como en Old Street y Russell Square, cerca al Museo Británico. Varias de estas estaciones se encuentran en pleno centro financiero al este de Londres.
Cabe destacar que más de 3 millones de personas utilizan el sistema subterráneo en Londres de lunes a viernes.