Según fuentes oficiales, el marroquí Yunes Hayari murió en una refriega entre la policía y un grupo de hombres armados que se escondían en un edificio del barrio de Al Rauda, al este de la capital del reino.
Fuentes policiales dijeron que se produjeron «varios heridos». El Ministerio de Interior confirmó la muerte de Hayari, de 36 años, y la detención de dos de sus cómplices. También precisó que el terrorista marroquí había ayudado a preparar explosivos y había participado en atentados.
Hayari, junto a sus dos colaboradores, estaba en la lista de los 36 hombres más buscados por las autoridades del reino, la que contenía los nombres de los principales sospechosos de perpetrar o planificar atentados terroristas en el reino.
El anterior jefe de Al Qaeda en la península Arábiga, Abdelaziz al Muqrin, cayó abatido en un enfrentamiento similar con las fuerzas sauditas el año pasado junto a varios de sus lugartenientes.
Al Qaeda lanzó -en mayo del 2003- una intensa campaña contra el régimen por su alianza con los «infieles» de Estados Unidos en un país que alberga los santuarios más importantes del Islam, entre ellos las ciudades de La Meca y la Medina.
Las autoridades sauditas, entre ellos el príncipe Abdalá -quien gobierna de facto debido a la enfermedad padecida por el rey Fahd-, juraron inclemencia con los que llaman «desviados», en referencia a los que se han apartado de la «recta vía» del Islam.