La provincia de Buenos Aires dispone de importancia vital dado que en este territorio vive el 40% de los argentinos. Otro 10% habita en el distrito de la Capital Federal, el segundo en importancia.
En ambas cámaras del Congreso Nacional, el partido Justicialista (peronista) tiene ahora mayoría, pero Kirchner quiere contar con legisladores plenamente identificados con sus políticas de gobierno.
El actual Canciller Rafael Bielsa aceptó su postulación por pedido de Kirchner, «mi último jefe político» afirmó a pesar de su renuencia a abandonar su posición dentro de la chancillería argentina.
Según versiones no desmentidas, Bielsa puso como condición seguir al frente del ministerio de relaciones exteriores hasta diciembre, cuando se incorporarán al Congreso los legisladores elegidos el 23 de octubre. Los dos principales rivales de Bielsa son Elisa Carrió, líder del ARI, centroizquierdista, hasta ahora favorita en las encuestas, y el derechista Mauricio Macri, acaudalado empresario y titular del famoso club de fútbol Boca Juniors.
En la provincia de Buenos Aires Cristina Kirchner disputa su postulación, por ahora, en el mismo riñón del peronismo, controlado por el ex Presidente provisional Eduardo Duhalde.
Para tratar de neutralizar el aparato partidario, Kirchner parece haber convencido a su popular esposa, ahora senadora por la provincia de Santa Cruz, para que se mude de distrito y se postule en Buenos Aires.
Pero los ‘duhaldistas’, encabezados por la esposa del ex Presidente Duhalde, la actual diputada Hilda ‘Chiche’ González, se oponen a esta nominación. Si no llega a realizarse a último momento una ‘fumata’, los ‘kirchneristas’ crearon un nuevo partido, el «Frente para la Victoria», con el que irían a las elecciones por afuera de la estructura partidaria.
Kirchner, a quien las encuestas en el orden nacional asignan un alto índice de popularidad (cercano al 70%) ha convertido a las próximas elecciones legislativas en un plebiscito de su gobierno. Pero lo cierto es que, además de ello, necesita rodearse de fuerzas propias para continuar gobernado y aceitando su propio proyecto de conducción nacional.