“Me parece que la ambigüedad en este caso del canciller (Rafael) Bielsa juega en el mediano plazo a favor de la intervención de los Estados Unidos y no me parece la política correcta”, sentenció la titular de ARI.
Esa iniciativa injerencista encontró un fuerte rechazo en naciones como Brasil y Venezuela.
Advirtió que “en cuanto a la OEA no hay que estar mirando solamente lo que Estados Unidos quiere o no hacer con Venezuela, sino que en el mediano plazo esto es peligroso para cualquier país de América Latina”.
La también candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires en las legislativas de octubre venidero reprochó el papel que juega Argentina dentro de la Comunidad Sudamericana de Naciones.
A su juicio, el Ejecutivo impulsa enfrentamientos con Brasil, su principal socio en el MERCOSUR, por problemas de competencia y de resentimiento político.
“Toda política de resentimiento (hacia Brasil) implica una ruptura en la Unión Sudamericana”, subrayó.
“Brasil tiene un liderazgo ganado con competitividad económica y nosotros tenemos que producir una integración con beneficios propios, pero sin meter una brecha permanente en el continente, porque generamos una política claramente pro-americana”, indicó.
Carrió fue, incluso, pisó el acelerador a fondo en sus críticas al afirmar que la política exterior de Kirchner “está ligada a una vuelta casi a las relaciones carnales” con la Casa Blanca de la década del ´90 haciendo clara referencia al menemismo que apoyó todas las iniciativas norteamericanas.